Una quincena de investigadores del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, la Clínica Universitaria de Navarra y el Instituto de Salud Carlos III, entre otros, han identificado cinco biomarcadores (microRNAs) que detectan, con una muestra de sangre, a las mujeres con mayor riesgo de sufrir cáncer de mama

La doctora Matilde Lleonart ha explicado, en una entrevista con Efe, que conocer qué personas tienen más riesgo de desarrollar cáncer de mama permitiría llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo y detectar de forma precoz la posible formación de tumores en el futuro.

En este estudio han participado científicos del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), el Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO), el CAP Vallcarca-Sant Gervasi de Barcelona, el Instituto Oncológico IOB y la Clínica Universitaria de Navarra.

También participa el CIBERONC (CIBER de Oncología, que depende del Instituto de Salud Carlos III y está formado por 50 grupos de investigación de 27 instituciones consorciadas entre hospitales, universidades y centros de investigación de toda España).

Los resultados del estudio coordinado por la doctora Lleonart se han publicado en la revista Frontiers in Oncology.

En España, una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama invasivo a lo largo de su vida.

Para mejorar la supervivencia de estas pacientes, los investigadores del estudio han hallado un conjunto de cinco biomarcadores en sangre, conocidos como microRNAs, que permiten conocer el riesgo personalizado de desarrollar cáncer de mama.

Los microRNAs son un tipo de pequeñas moléculas que se encargan de inactivar algunos genes e impedir que se expresen algunas proteínas en las células.

En estudios previos ya se ha demostrado su relación con el desarrollo de determinados tipos de cáncer, pero hasta ahora no existía un modelo de predicción de riesgo preciso de cáncer de mama, ha indicado Lleonart.

El objetivo del estudio era detectar el cáncer a nivel molecular en sangre antes de que aparezcan sus síntomas o antes de que se pueda detectar mediante las pruebas convencionales.

La doctora Lleonart, jefa del grupo de Investigación Biomédica con Células Madre de Cáncer del VHIR e investigadora del CIBERONC, ha indicado que "encontrar estas alteraciones moleculares en la sangre de una paciente significa que hay algún cambio en alguna célula, pero no siempre tiene implicaciones clínicas, y es posible que nunca se desarrollen signos ni síntomas de la enfermedad, que es lo que tiene un impacto en la vida cotidiana".

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores obtuvieron tejido tumoral y normal, así como suero de 96 pacientes con cáncer de mama y se comparó con el suero de 92 pacientes sanas.

En todas ellas se analizaron hasta 30 microRNAs que en estudios previos se había observado que eran capaces de diferenciar tejido normal y tejido tumoral.

"De entre todos los microRNAs que estudiamos, identificamos cinco que, según sus niveles de expresión, nos permitían saber si una muestra de suero determinada pertenecía a una paciente control o a una con cáncer, conformando así una firma molecular capaz de predecir el cáncer de mama", ha dicho.

Estos microRNAs son miR-125b, miR-29c, miR-16, miR-1260 y miR-451, y, en función de si los niveles de cada uno de los mismos son más o menos elevados, hay más o menos riesgo de que la paciente desarrolle cáncer de mama.

"Esta firma molecular podría predecir, por lo tanto, a qué pacientes se les debería realizar un seguimiento más exhaustivo que se podría llevar a cabo mediante ecografías, que son menos agresivas e implican menos riesgo a nivel de radiación que otras técnicas como las mamografías", ha indicado.

Esta herramienta fue validada posteriormente por los mismos investigadores con muestras de otro grupo de 20 pacientes de cáncer de mama y 60 mujeres voluntarias sanas y comprobaron que esta firma molecular tiene una exactitud del 86 %, una sensibilidad del 100 % y una especificidad del 81 %.

"Lo más importante es que es una metodología que no tiene falsos negativos, es decir, todas las mujeres con cáncer obtienen el patrón de microRNAs que esperamos para pacientes con cáncer", ha destacado la doctora.

Entre las voluntarias sanas, once obtuvieron este patrón (un 18,3 %) que correspondería a un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el futuro, y que deberían ser objeto de un seguimiento exhaustivo en los próximos años, si la COVID-19 no lo interrumpe todo de nuevo, ha considerado Lleonart.