Un nuevo estudio ha demostrado que un novedoso radiotrazador de tomografía por emisión de positrones (PET) mide eficazmente los aumentos de tau en el cerebro, una característica distintiva del Alzhéimer, antes de que se observen los síntomas de la enfermedad. Esta investigación se presentó en la Reunión Anual de la Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular 2021.

Con la posibilidad de medir el aumento de tau durante un largo periodo de tiempo, este trazador ofrece una importante herramienta para evaluar la eficacia de los tratamientos de la enfermedad de Alzhéimer en los ensayos clínicos.

Tau es una proteína que se encuentra habitualmente en las neuronas cerebrales sanas. En las personas con ciertos trastornos cerebrales, como la enfermedad de Alzheimer, los cambios químicos hacen que las proteínas tau se acumulen en varias partes del cerebro. Por ello, la proteína tau es un valioso biomarcador para medir la progresión de la enfermedad.

En el estudio, los investigadores trataron de detectar patrones y tasas de acumulación de tau tanto en una población que envejece con normalidad cognitiva como en aquellos que padecen la enfermedad de Alzheimer. Se realizaron imágenes PET con el nuevo radiotrazador 18F-MK6240 en todos los participantes al inicio y después de 12 meses. Después de cada exploración, se midió la captación del radiotrazador en múltiples áreas del cerebro.

Se midió el aumento de tau en ambos grupos de participantes y las imágenes longitudinales de tau fueron eficaces para discriminar entre las dos cohortes. La captación de 18F-MK6240 fue mayor en la línea de base y después de un año en los participantes que se encontraban en el continuo de la enfermedad de Alzheimer en comparación con los participantes con envejecimiento cognitivo normal.

"La eficacia del trazador 18F-MK6240 es importante para los ensayos farmacológicos que pretenden medir si los tratamientos para eliminar la tau del cerebro están funcionando realmente", explica Christopher Rowe, director de investigación de imágenes moleculares en Austin Health y director de la Red Australiana de Demencia en Melbourne, en Australia.

"El uso de la radiosonda permitirá a los investigadores seleccionar a personas en distintas fases de la enfermedad de Alzheimer para realizar ensayos clínicos, lo que en última instancia podría acelerar el desarrollo de tratamientos eficaces para la enfermedad", añade.