Jugoso, carnoso y dulce definen la textura y el sabor del mango, una fruta que es considerada un superalimento por sus múltiples propiedades. Con una cáscara semidura y una gran pipa "peluda", llena de fibras, sus beneficios provienen de la cantidad de nutrientes que concentra.

El mango, una fruta tropical que se cultiva en Canarias, posee más de una veintena de vitaminas y un número similar de minerales, con aportaciones extraordinarias de algunos de ellos hasta el punto de cubrir las necesidades de nuestro organismo. También contiene una buena cantidad de aminoácidos esenciales, flavonoides y betacatoteno. Pero lo importante es la densidad de estos elementos en una pieza de mango.

100 gramos de mango aportan el 5% de la dosis diaria recomendada de magnesio y potasio

En 100 gramos de pulpa de mango encontramos 1,15 gramos de vitamina E, es decir, un 11,5% de la dosis diaria recomendada. También aportan el 5% de la dosis diaria recomendada de magnesio y potasio, así como 30 miligramos de vitamina C y hasta 17,5 miligramos de vitamina A.

Mangos en una finca en Mogán. ANDRÉS CRUZ

Por todo ello, este superalimento, tanto entero como en zumo proporciona hasta seis beneficios para el organismo.

Prevención de enfermedades respiratorias y el cáncer

Los betacarotenos presentes en el mango contribuyen no solo a proporcionarnos un bronceado de aspecto saludable, también ayuda a prevenir enfermedades respiratorias y diversos tipos de cáncer, entre ellos el próstata, el de colon y el de piel.

Un seguro para tus ojos

La zeaxantina, un antioxidante que contiene el mango, tiene la capacidad de filtrar parte de los rayos de luz azul que dañan los ojos y perjudican la visión. Este antioxidante actúa como protector de la salud visual en general, previniendo también otros problemas, como la degeneración macular, asociada a la edad.

Control del azúcar en sangre

La elevada aportación de fibra del mango a nuestro organismo contribuye a reducir el azúcar en sangre y en los niveles de insulina, algo que supone un beneficio tanto para los pacientes de diabetes tipo 1 como de diabetes tipo 2. Por la misma razón, consumido con moderación, resulta eficaz en las dietas de adelgazamiento y control de peso.

Piel y cabello lustrosos

La vitamina A del mango, sus betacarotenos y antioxidantes actúan como protectores y regeneradores de nuestros epitelios. Consumir mango ayuda a controlar la producción de sebo, a mantener la hidratación, así como a prevenir las quemaduras solares y el envejecimiento de la piel.

Salud cardiovascular

Una vez más la fibra del mango, así como su concentración de vitaminas y potasio ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. Más potasio y menos sodio protegen nuestro corazón, según ha quedado demostrado en diversas investigaciones.

Estreñimiento a raya

Otro de los efectos de la fibra, unida a la cantidad de agua que contiene el mango, es el de regular nuestro aparato digestivo, de tal manera que te permite decir adiós al estreñimiento. En realidad, todas las frutas ricas en fibra y agua poseen esta propiedad de mejorar la salud estomacal e intestinal.