El tomate es un superalimento que está presente en nuestras cocinas y constituye uno de los ingredientes básicos de nuestra dieta. Lo comemos ya sea crudo, en ensalada, o transformado por el fuego en salsa, mermelada o en los sofritos de infinidad de platos que comemos a diario. De un extraordinario poder nutritivo, los beneficios del tomate residen en una de sus señas de identidad: el color rojo. En esa carne escarlata queda encerrado uno de los arsenales de caroteno más potentes que se conocen entre los vegetales.

Así, el tomate se convierte por derecho propio en un poderoso alimento capaz de luchar contra el envejecimiento y deterioro celulares. Todo un superalimento que en Canarias adquiere un sabor especial. Apreciado por su calidad, el tomate canario es uno de los tesoros que da la tierra isleña y durante años ha sido una fuente de riqueza, la base de la agricultura de exportación de Canarias junto con el plátano, otro superalimento.

Si en un accidente doméstico se sufre una pequeña quemadura y se coloca en la zona afectada una suerte de cataplasma a base de rodajas de tomate crudo y fresco, se comprobará cómo al paso de algunas horas la herida prácticamente desaparece, casi por arte de magia. Y mientras eso sucede, el dolor y la quemazón encuentran un rápido analgésico.

Imagine ahora cómo puede actuar esta fruta, para algunos, y para otros hortaliza, dependiendo del uso que se le otorgue en el plato, cuando se ingiere con frecuencia, formando parte de una dieta sana y equilibrada. Ese poder regenerador como cataplasma, afuera del cuerpo, puede adivinarse que produce igualmente efectos benefactores en las células, en los órganos.

Tomates de distinto tipo.

Un tesoro llamado licopeno

Precisamente su alto contenido en un caroteno llamado licopeno, que le aporta ese pigmento natural característico de su color, proporciona al tomate su gran valor antioxidante, regenerador celular que combate graves enfermedades, como el cáncer.

Los carotenoides son sustancias antioxidantes que se encuentran en las frutas y vegetales de color amarillo y naranja, y en las verduras de hojas verde oscuro. Sus propiedades pueden reducir el riesgo de padecer cáncer, según el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute, NCI, en inglés) de Estados Unidos, fundado en 1937, uno de los más prestigiosos organismos en la investigación mundial de la enfermedad. , un poderoso antioxidante al que se relaciona con el cáncer, en concreto con el de próstata.

El tomate encierra en su color rojo uno de los más potentes arsenales de caroteno, un gran antioxidante capaz de prevenir el cáncer y los ataques cardiacos

El licopeno es un carotenoide, el único que se puede encontrar en el plasma sanguíneo en las dietas ricas en tomate. Lo que implica una actuación directa en la prevención de la aparición de tumores y de otras graves enfermedades, como las cardiovasculares.

Investigadores canarios encabezaron hace casi una década un estudio sobre de este organismo, financiada por el Gobierno estatal, que tenía como objetivo evaluar hasta qué punto los desechos del tomate producidos en el sector primario y su utilización posterior en las industrias de Canarias podrían ser aprovechados para comercializar concentrados de licopeno.

Este estudio demostró que era posible obtener un producto médico alimentario a partir del tomate canario. Algo muy útil dado que la disponibilidad de carotenoides es esencial para el desarrollo de la industria alimentaria.

Finca de tomates en Gran canaria. JOSÉ CARLOS GUERRA

De veneno a superalimento

La historia de la evolución el uso del tomate en nuestra dieta resulta paradójica si se tiene en cuenta que la tomatera era considerada una planta ornamental, y el tomate, una baya venenosa hasta el siglo XVIII en Europa, después de que los españoles lo trajeran de América.

Así, después de poco más de tres siglos, el tomate no sólo ha sido redimido del rechazo y aislamiento al que fue condenado hasta el siglo XVIII, sino que ahora se lo pondera como una de las más potentes armas, de entre el arsenal de que dispone la dieta mediterránea, para luchar contra algunas enfermedades.

Despejadas todas la dudas sobre esa supuesta letalidad y toxicidad, ahora los expertos le conceden poder en la prevención de diversas patologías como el cáncer de pulmón y de próstata, los tumores en el tracto digestivo, la arteriosclerosis y los ataques cardiacos.

Ensalada de quinoa con tomates frescos, pepinos y hojas de ensalada. ShutterStock

Control de peso y del sistema inmunitario

Por si fuera poco, por su escaso aporte energético del tomate, con apenas 20 calorías por 100 gramos debido a su mayor componente de agua, y a que se trata de una fuente interesante de fibra su uso resulta de gran ayuda a la hora de controlar el peso y seguir una dieta de adelgazamiento.

Además de agua, hidratos de carbono y fibra, posee minerales como el potasio y el fósforo, y vitaminas, entre las que destacan la C, E, provitamina A y vitaminas del grupo B.

En correspondencia con esos nutrientes, comer tomate ayuda en la formación de colágeno y de glóbulos rojos, y es bueno para los huesos y los dientes.

Además, la vitamina A mejora la visión, el buen estado de la piel, del cabello y controla el adecuado funcionamiento del sistema inmunológico.

Salsa de tomate casera. Getty Images

Más licopeno en la cocción

Aunque desde hace tiempo se venden grageas de licopeno, la mayor parte del que se consume en homeopatía y en parafarmacias procede de hongos cultivados en fermentación, con un menor valor que el natural del tomate. El consumo habitual de licopeno, algunos estudios señalan 10 tomas o más semanales de alimentos ricos en él, contribuye a reducir el riesgo de cáncer. Pero, contrariamente a lo que sucede con el resto de verduras y frutas, para que el tomate libere la mayor cantidad de licopeno debe estar cocinado como, por ejemplo, en salsa. ¿Quién puede resistirse a una buena salsa de tomate? Casi nadie y, sabiendo que es una fuente de salud, mucho menos. Aquí mostramos cómo hacer salsa de tomate en casa, en su versión a fuego lento y también, para cuando el tiempo escasea, la receta en su versión rápida, en el microondas.