¿Cuántas veces hemos escuchado eso de: "una dieta no es solo fruto de seguir un plan de comidas a medidas" para advertirnos de que una rutina de adelgazamiento va más allá de comer bien?

Es cierto que para cumplir con nuestros objetivos tenemos que llevar a cabo una buena y controlada alimentación, pero no todo pasa por la comida. Hay que beber mucha agua, que cumplir con un mínimo de calorías ingeridas diarias y tener una actividad más o menos buena para que nuestro metabolismo sea capaz de perder peso de forma equilibrada.

Adelgazar sólo se consigue (o al menos sólo de forma segura) si a lo largo de la jornada consumes más calorías de las que ingieres. Este viejo axioma está cada vez más en boca de los profesionales. 

Además, los expertos advierten que, a parte de lo mencionado anteriormente, también debemos erradicar de nuestro estilo de vida ciertas actividades como el tomar una cerveza después del trabajo o una cena copiosa porque, si estamos haciendo dieta, esto no hace más que retrasar el proceso.

Pero, hay un gesto que deberías repetir diariamente para conseguir el mejor de los resultados.

15 minutos y listo

Si comes demasiado vas a tener dos tipos de problemas: vas a engordar y vas a dormir peor. Pero hay una solución. Se trata de un turco que los expertos llevan años recomendando: se trata de dar un pequeño paseo de unos 15 minutos después de cenar. Así conseguirás varias cosas.

Por un lado, te moverás y evitarás que las calorías que acabas de ingerir sean absorbidas como grasa por el cuerpo y, por otro, contribuirás a los 15.000 pasos al día que tienes que dar para conseguir el mínimo de pasos recomendados para tener un buen estilo de vida.