Al menos una taza al día en infusión, y en los últimos tiempos también en cápsulas, alejan de tu organismo las tres grandes epidemias del siglo XXI hasta que llegó el coronavirus. El síndrome metabólico -el conjunto de factores de riesgo que determinan la enfermedad cardiaca, el accidente cerebrovascular y la diabetes tipo 2-, la degeneración cerebral -el alzhéimer y otras demencias- y el cáncer se pueden prevenir tomando este brebaje milenario. Numerosos estudios científicos así lo corroboran y sobre todo la observación de la prevalencia de estas enfermedades en las comunidades donde es la bebida dominante.

Impulsado por sus propiedades, que lo convierten en un superalimento con todas las de la ley, el té verde está cobrando protagonismo más allá de quienes depositan en las plantas medicinales expectativas preventivas y terapéuticas. A la progresiva devoción por el consumo de esta planta en Occidente, milenario en la cultura oriental, se suman científicos de distintos países que incluso celebran congresos internacionales donde exponen ponencias y estudios sobre la relación cada vez más demostrada entre el té y la salud.

Té verde.

Propiedades del té verde

El reconocimiento terapéutico y el desarrollo del consumo están ligados a la expansión económica del sector que produce y comercializa el té en el mundo, pero se sustenta en las propiedades del producto. El té verde tiene dos cualidades básicas: su gran contenido en sustancias antioxidantes por su potencial en vitaminas C y E y la alta presencia de polifenoles (componentes químicos de la planta también con alto poder antioxidante).

El té tiene hasta 100 veces más de vitamina C que un alimento, y 25 veces más de vitamina E.

Así, las tres epidemias del siglo XXI, las patologías que más morbilidad y mortalidad generan en el mundo desarrollado, encuentran en el té y sus diferentes variedades, pero sobre todo en el verde, una sólida arma terapéutica que puede coadyuvar a la efectividad de los tratamientos convencionales.

La reducción de grasa y la quema de más calorías para un mismo ejercicio son algunas de las acciones del té verde frente al síndrome metabólico. Este síndrome, definido por la Sociedad Española de Cardiología como un "cúmulo de factores de riesgo cardiovascular que suelen presentarse juntos", como la hipertensión arterial, la dislipemia (colesterol alto), la diabetes y la obesidad, es uno de los que se beneficia de los efectos terapéuticos del té verde.

Sus propiedades hipolimpiantes reducen la grasa en la sangre. Y, además, puede favorecer la pérdida de peso porque estimula el metabolismo. También tiene efectos antioxidantes, que luchan contra las enfermedades cardiovasculares, y es diurético.

Infusión de té verde con hierbabuena.

Potente antioxidante

El efecto del té puede ser tanto preventivo como de ayuda a la medicación que se tome para combatir las referidas enfermedades. Las investigaciones realizadas hasta ahora vinculan el poder de los antioxidantes del té verde a la prevención de las enfermedades cardiovasculares, y también del cáncer.

En Japón se realizó un estudio con 14.000 personas y se comprobó que aquellas que tomaban una taza diaria de infusión de té verde reducían más el nivel de colesterol en sangre.

Al mismo tiempo, por las sustancias estimulantes que contiene produce un efecto tónico, más suave que el café y más prolongado en el tiempo. Esto hace que, unido a la actividad antioxidante de los polifenoles, el organismo esté más activo y se prevengan las enfermedades neurodegenerativas.

Otra infusión que también tienen poder medicinal y que te puede ayudar a adelgazar y a regenerar tu musculatura es la de semillas de fenogreco.