El buen estado de la flora intestinal es clave para la prevención de numerosas enfermedades, así como para mantenernos en forma. Cómo cuidarla está en nuestras manos. Aquí te ofrecemos algunas claves para mejorar el estado de tu microbiota de tal forma que puedas aprovechar sus beneficios.

Almejas al vapor. Getty Images

Formas de cocción

Para la salud de la microbiota son tan importantes los alimentos que elijas como en la forma de cocinarlos. De todas la técnicas de cocción, la fritura es la menos recomendable, porque provoca inflamación del intestino. Sin embargo, tanto la cocción al horno como al vapor son beneficiosas.

Los asados al horno tienen la virtud de incrementar la cantidad de bacterias protectoras, principalmente en alimentos proteícos.

La cocción al vapor permite conservar mejor la vitaminas y propiedades de las verduras, potenciando las bacterias protectoras. El efecto es una mejor digestión, por lo que se puede concluir que las verduras al vapor ayudan a restablecer la salud de la microbiota, algo fundamental a la hora de mantenernos en forma y contener el paso del tiempo en nuestros cuerpos, es decir, permanecer delgados y retrasar el envejecimiento. Lo mismo sucede con los hervidos. Ya nos habla de ello la sabiduría popular para tratar las indigestiones y males de estómago con las llamadas dietas blandas.

Otra de los métodos saludables de cocción es la plancha.

Zapatillas cómodas para correr o caminar.

Hábitos de comida y estilo de vida

Si importante resulta la forma de cocinar los alimentos para la salud de la microbiota, también lo es cómo comerlos y nuestro propio estilo de vida. Los malos hábitos a la hora de comer y el sedentarismo afectan a nuestro aparato digestivo. El comportamiento en la mesa y el estilo de vida conforman un tándem de influencia directa en el equilibrio de la microbiota. Las recomendaciones en esta línea son:

  • Evita comer de pie: esto es algo que hace que comamos más deprisa y que ingiramos sin darnos cuenta alimentos menos saludables. Esto se traduce en digestiones pesadas. Es importante tomarse su tiempo para comer y masticar bien los alimentos para mantener la buena salud de la mocrobiota.
  • Reduce la sal: está probado que el exceso de sal reduce algunas de las bacterias de nuestra microbiota que resultan más beneficiosas para nuestra salud.
  • Limita el azúcar: igual que el exceso de sal, el azúcar en demasía es enemigo de nuestra microbiota. No añadas azúcar a tus platos, café o infusiones, no bebas zumos o refrescos azucarados ni comas alimentos procesados. Confórmate con el azúcar natural que tienen los alimentos no procesados.
  • Controla el estrés: el estrés es un factor de desequilibrio de la microbiota. Has de aprender a dominarlo para evitar problemas que redunden en tu salud en general. Una buena estrategia es hacer ejercicio algo que también está probado que mejora es estado de la microbiota intestinal.
  • Siéntate menos y muévete más: el calzado cómodo y la ropa deportiva son tus mejores aliados a la hora de mejorar tu microbiota y tu salud. Tampoco hace falta que te prepares para correr una maratón, simplemente camina, baila, sube las escaleras y evita echarte en el sofá después de comer. Tu microbiota y tu cuerpo lo agradecerán.

Adelgazar

Siguiendo las técnicas más saludables para la cocción de los alimentos, así como adoptando hábitos sanos de comida y de estilo de vida, principalmente reduciendo el estrés e introduciendo el ejercicio en tu vida, conseguirás, incluso sin esfuerzo, una figura estilizada. ¡Pruébalo!