Las últimas técnicas para tratar la obesidad hablan de intervenciones quirúrgicas sobre el aparato digestivo: operaciones de reducción de estómago y sobre el intestino delgado para reducir la absorción de nutrientes. Nada de dietas milagro, sino cirugía en estado puro para abordar un problema que ha dejado de ser una cuestión estética para convertirse en una cuestión de salud. La lucha contra la epidemia de la obesidad cuenta con un amplio arsenal para actuar en un terreno donde las dietas han fracasado. Por un lado están las soluciones químicas, los medicamentos que ayudan a perder peso inhibiendo el apetito o favoreciendo la quema de grasas. Por otro, las operaciones. Estas son las últimas técnicas quirúrgicas que hay en el mercado para tratar el problema de la obesidad.

Reducciones de estómago

Todas las técnicas de reducción de estómago se basan en la reducción de la cavidad estomacal con el fin de que la persona coma menos, se sienta saciada antes y pierda peso. En la actualidad se practican seis de estas técnicas. Ninguna es mejor que otra. Solo el especialista determinará la que más conviene en cada caso.

Balón intragástrico

Consiste en una esfera de silicona llena de agua que se introduce en el estómago para reducirlo por un tiempo. La introducción del balón se realiza con este deshinchado mediante endoscopio y se rellena cuando ya está colocado. Tras seis meses o un año, se procede a retirarlo. Ambas operaciones se realizan con el paciente sedado.

Las versiones más modernas del balón intragástrico son menos invasivas no necesitan endoscopio ni anestesia parcial. Hay un balón del tamaño de una cápsula que se ingiere y que se hincha mediante una válvula conectada a la píldora. A los cuatro meses, el balón se reduce por si solo y se elimina por el tracto digestivo con la comida.

Aspire Assist

El nombre de esta técnica se puede traducir como ayuda a la aspiración, lo cual ya da una idea de en qué consiste. Se trata de introducir un tubo de silicona en el estómago desde el que liberar parte de lo ingerido después de cada comida. Es una versión moderna del vómito de toda la vida, sin los inconvenientes que este produce de dañar el esófago y la garganta con los jugos gástricos.

Método POSE

Consiste en el plegado y cosido del estómago, con ayuda de endoscopia y sutura, para reducir su capacidad entre un 20 y un 30%. Así, se come menos y se consigue la ansiada pérdida de peso.

Clip bariátrico

Mediante cirugía laparoscópica se coloca en el estómago una pinza de titanio y silicona para hacerlo más pequeño. De nuevo, se reduce la ingesta de alimentos para lograr perder peso.

Banda gástrica

Consiste en la implantación de un anillo de silicona en la parte superior del estómago. Con ello se crea una pequeño compartimento en el estómago y un efecto embudo que provoca una entrada lenta de los alimentos al estómago y obliga al paciente a comer menos.

Gastrectomía tubular

Con esta técnica se reduce la capacidad del estómago a un 20% y se elimina la parte donde se produce la hormona que se encarga de estimular el apetito.

Intestinos. Getty

Intervenciones en el aparato digestivo

Algunas técnicas van más allá de la reducción de estómago y combinan esta con intervenciones sobre el intestino delgado para obstaculizar la absorción intestinal.

Bypass gástrico

Reduce el estómago y cambia su conexión con el intestino delgado para que la comida ingerida -en menos cantidad por la reducción estomacal- tenga menos recorrido por el intestino y el cuerpo absorba menos nutrientes.

Cruce duodenal

Es una combinación de gastrectomía tubular, que reduce la capacidad del estómago a un 20%, con un bypass que retrasa el contacto de los alimentos con la secreción biliar y pancreática para dificultar la absorción de las grasas y azúcares.