La salud oral de la población general pasa por la prevención y la educación dental. Sin embargo, cambiar los hábitos de salud establecidos es una ardua tarea poco recompensada. Está demostrado que el momento más adecuado para conseguir unos buenos hábitos de salud oral es durante la infancia, por lo que es muy importante comenzar en esta etapa la educación y la prevención oral para el buen establecimiento de los mismos.

Tratamiento diario

Mantener una adecuada higiene oral y el uso de pasta fluorada. Estos procedimientos reducen la cantidad de bacterias en la boca y se ha comprobado que proporcionar una pequeña cantidad de flúor protege frente la caries y, además, repara áreas que presentan lesiones incipientes de caries. Se aconseja que con la erupción de los primeros dientes se inicie el cepillado de los mismos por parte de los padres o cuidadores del niño hasta los 2 años de edad con un cepillo blando infantil adaptado a la edad del niño y con pasta fluorada. Si el niño no tolera la pasta dental es preferible el cepillado con agua a dejar de cepillar los dientes.

Higiene oral

Se aconseja cepillar los dientes de los niños de 2 a 7 años con pasta fluorada (cantidad equivalente al tamaño de un guisante) 2 veces al día. La higiene oral debe ser supervisada y repasada por los padres o cuidadores del niño. A partir de los 7 años de edad los niños son capaces de cepillarse los dientes por sí mismos 3 veces al día, pero requiere la supervisión de un adulto hasta los 10-11 años de edad. Por otra parte, se debe elegir un tamaño de cepillo dental adecuado a la edad de su hijo y reemplazarlo cada 3 meses, así como el uso de una pasta dental adecuada a la edad del niño. También es importante utilizar el hilo dental una vez al día. En niños con alto riesgo de caries puede ser necesario la utilización de colutorios que contengan flúor.

Dieta

La placa dental es una película pegajosa de bacterias que constantemente se forma sobre la superficie de los dientes. Cuando se combina con el azúcar de la comida y bebidas, la placa bacteriana produce ácidos que atacan el esmalte del diente. Repetidos ataques ácidos pueden dañar el esmalte y, eventualmente, el resultado es la caries. Picar o comer entre horas expone a los dientes a repetidos ataques ácidos. Por ello, el objetivo es reducir el número de comidas entre horas que contengan carbohidratos, especialmente azucares, y sustituirlo por “snaks” ricos en proteínas como el queso. Hay que prestar atención a los efectos del frecuente consumo de bebidas azucaradas, incluidos zumos y bebidas gaseosas, y de los “snaks” no nutritivos, dulces y bollería industrial. Se aconseja también limitar la lactancia con biberón para evitar el contacto prolongado de la leche con los dientes. Es aconsejable evitar utilizar el biberón para la ingesta de zumos y no mojar el chupete en miel o azúcar para calmar al niño.

Visitas regulares al dentista

Las revisiones dentales regulares y un cuidado dental preventivo, como higienes orales, fluorizaciones y la realización de sellados, provee a nuestros hijos de una buena salud oral. Se recomienda que la primera visita al dentista sea al año de edad. En función del riesgo de caries individual de cada paciente, las revisiones se realizaran cada 3 meses, 6 meses o cada ano. El riesgo de caries individual lo determinara el odontopediatra.