Debemos tener presente que aun en las mejores condiciones, el 90% de los niños presentan celos ante la llegada de un hermano. No debemos verlo como algo negativo, ni mucho menos tenerle miedo. Los celos nos dan oportunidad de trabajar aspectos educativos muy importantes en nuestros hijos antes y durante el embarazo: hay que hablarle del bebé que está en la barriguita de mama. Y dejar que lo sienta.

Cambiadle pronto de habitación para evitar que el niño asocie dicho cambio con la llegada del nuevo y se sienta desplazado. Tranquilizadle, explicándole que vais a ir unos días al hospital para tener al niño y que después regresareis con él bebe para vivir todos juntos. Es muy importante mantener las pequeñas rutinas y hábitos del niño (horario de dormir, aseo, comida).

Postparto inmediato

Cuando el niño vea al bebe por primera vez, es aconsejable que el recién nacido no esté en brazos de la madre. Hay que dejarle que lo acaricie y que ambos estén junto a la madre. Algunos autores recomiendan que reciba un regalo por parte del nuevo hermano.

Convivencia cotidiana

A partir de ahora es más importante la calidad que la cantidad de tiempo que se pasa con el hijo mayor. Ambos padres deben involucrarse en la relación de los hermanos. Mientras mama alimenta al bebe, papa jugara con el hermano mayor, .en exclusiva para él., esto le hará sentirse importante.

Los padres han de saber que cuando el niño advierta su indiferencia, incrementara la intensidad y frecuencia a la hora de tener sus rabietas. Es el momento de ser paciente y esperar que poco a poco vayan cediendo. Con las rabietas no se debe transigir.

Siempre que se le castigue a .pensar. Hay que explicar al niño por que le castigan, además de señalarle que debe hacer para actuar correctamente. Coge una sillita y siéntate a su altura, acaríciale y explícale que ha hecho mal y que debe hacer para que no vuelva a ocurrir. Mantén la calma, no grites, no le ridiculices, no compares… Pocas cosas son peores para la autoestima que verse avergonzado ante los iguales.

Ponte en su lugar

Explícale que lo que siente es normal pero que es importante superarlo Hay que evitar la comparación innecesaria entre hermanos. No aumentes el número de órdenes y exigencias, ello mantendrá los celos. Resulta chocante para el niño que, de pronto, se le exija que haga cosas que antes no eran de su competencia.

Es importante dejar que los niños solucionen sus problemas entre ellos, con la menor intervención de los padres. Actualmente, cada vez son más los psicólogos infantiles que recomiendan a los padres no intervenir en las peleas de sus hijos pues entonces siempre habrá un vencedor y un vencido. Los problemas de los niños deben ser resueltos por ellos y entre ellos y, salvo que haya riesgo físico, los padres no tomaran decisiones .justas... Como nunca se sabe quién ha empezado ni por qué razón, si reganamos a uno más que a otro se puede llegar a reforzar el sentimiento de injusticia y, por tanto, los celos.

Y finalmente aprovecha esta oportunidad para afianzar tu relación con tu hijo mayor, para verle madurar y para hacerle partícipe de las pequeñas cosas cotidianas en las que él, por ser mayor, si te puede ayudar y el hermanito pequeño aún no.

Lucía Galán Bertrand es pediatra en el Hospital Vithas Internacional Medimar.