El término en castellano procede de la raíz griega 'presbi' que significa 'viejo' y supone la reducción lenta, natural y progresiva de la capacidad de acomodación del cristalino, que nos permite enfocar los objetos en la visión próxima y que puede ocasionar malestar y molestias oculares.

La acomodación es la capacidad del cristalino para variar su curvatura y conseguir una imagen en retina más nítida en visión de cerca. No existen diferentes tipos de presbicia pero su avance determina el grado en el que afecta a esta capacidad de enfoque. A más edad, los síntomas se hacen más evidentes.

Según explica Santiago García Lázaro, profesor del Departamento de Óptica y Optometría y Ciencias de la Visión de la Facultad de Física de la Universidad de Valencia, los síntomas de la presbicia son el desenfoque en visión de cerca, molestias o, en algunos casos, dolores de cabeza.

El profesor señala que no existe nada probado por la ciencia para su mejoría en cuanto a un estilo de vida, alimentación o ejercicios visuales que mejoren la presbicia. No se trata de una patología, es un proceso natural de envejecimiento del ojo, "hacia los 45 años la pérdida muestra ya signos evidentes, se desenfocan los objetos más próximos", apunta García Lázaro, para quien según el trabajo realizado o las aficiones que se practiquen la presbicia tendrá una mayor o menor repercusión en la vida diaria.

"Se trata de una variación fisiológica que se produce en todos los seres humanos pero hay personas que lo notan más o menos, en función de sus trabajo o aficiones. En la primera mitad de la década de los cuarenta se produce la pérdida progresiva de la capacidad de variar la curvatura del cristalino", comenta el profesor.

Existen diversos factores biomecánicos, bioquímicos y fisiológicos que contribuyen a la pérdida de la acomodación con la edad y a la aparición clínica de la presbicia. Los tres factores principales que son considerados como los responsables de la mayor parte de los cambios conducentes a este estado. Por un lado, el módulo de elasticidad de la cápsula del cristalino disminuye con la edad, se hace progresivamente menos dura y por ello tiene menos capacidad de aumentar la acomodación.

En segundo lugar, el módulo de elasticidad de la sustancia del cristalino aumenta con la edad con lo que la energía requerida para deformar la sustancia es mayor con el paso del tiempo. Y por último, el tamaño y volumen del cristalino aumentan con la edad por lo que la función de la cápsula será menos efectiva, dado que es más difícil deformar un cuerpo mayor que uno menor.

Un repaso a los tratamientos existentes

El profesor e investigador García Lázaro 'pasa lista' a los métodos empleados para compensar la presbicia:

El más común son las gafas de visión de cerca, cristales bifocales o progresivos. Las lentes progresivas funcionan de tal forma que si el sujeto mantiene la mirada paralela al suelo, podrá ver a través de la zona destinada a visión de lejos y si mira a través de la zona inferior de la lente, enfocará en visión próxima.

Lentes de contacto multifocal que proporcionan un mayor campo visual en relación a las gafas y poseen un factor estético.

Lente intraocular multifocal: sustitución del cristalino por una lente multifocal mediante cirugía (a modo de prótesis), ya sea en el caso de un cristalino transparente o en el caso de un cristalino opaco debido a la existencia de cataratas.

Las cirugías menos frecuentes son:

Láser ('presbilasik'): se esculpe mediante láser la córnea para mejorar la visión de cerca, y la periferia para mejorar la visión de lejos.

Kamra: un implante en forma de pupila artificial que se coloca en el interior de la córnea gracias a un pequeño 'bolsillo' creado con el láser de femtosegundo. Se implanta unilateralmente en el ojo no dominante del paciente y se centra con el eje visual. Este ojo pasa a ser utilizado para la visión de cerca y el otro ojo, que no lleva el implante, para la visión de lejos. El cerebro debe aprender a adaptarse a la utilización de un ojo u otro para realizar diferentes tareas.

El futuro no va encaminado a paliar la presbicia sino a perfeccionar los medios para compensarla. Según señala García Lázaro en este sentido, la innovación y mejoras en el tratamiento de la presbicia podría estar en el uso de implantes de óptica deformable.

"Uno de los sistemas innovadores contempla sustituir el cristalino por una cápsula con dos líquidos de diferente índice de refracción y que permita enfocar en visión de lejos o de cerca según la posición de la cabeza, con un funcionamiento similar al de una lente bifocal. Siempre se trata de corregir los inconvenientes de anteriores sistemas de compensación de la presbicia con el fin de mejorar el rendimiento visual", concluye el profesor.