Los nutricionistas alertan de los peligros que tiene seguir las llamadas “dietas milagro” para perder peso de una forma rápida. Estas prácticas que no cuentan con ningún tipo de respaldo no solo es que no funcionan, sino que, además, ponen en riesgo nuestra salud. Por ello, los profesionales insisten en las dos claves para perder esos kilos de más: seguir una dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio físico. 

Para perder peso, hay algo que debemos grabar en nuestra mente, al finalizar el día, tenemos que quemar más calorías de las que hemos ingerido en las comidas. Esto se consigue equilibrando la pérdida de calorías a través del deporte y consumir alimentos bajos en grasa, pero sin dejar de comer porque las comidas son la gasolina del cuerpo.

Es importante que los hábitos saludables se incorporen a las rutinas diarias para que no cueste hacerlo. Algunos pequeños cambios en el día a día pueden permitirnos quemar grasa sin que nos demos cuenta. La mayoría de ellos consisten en dejar de lado el sedentarismo, el cuerpo necesita movimiento

Los hábitos del día a día para perder peso

Centrándonos primero en la alimentación:

  1. Lo primero es que dejes de lado cualquier dieta que no supere las 1.200 calorías. A la hora de seguir una dieta, lo mejor es acudir a los especialistas que nos realicen una dieta a medida, ya que cada persona es un mundo. 
  2. Distribuir la ingesta de calorías en todas las comidas del día. No vale comer más de 1.000 calorías en una comida y luego no volver a comer en todo el día.
  3. No te saltes ninguna comida.

Muévete: el ejercicio físico es una de las claves

El deporte es esencial para quemar grasa, aquí te enseñamos una lista de pequeños cambios que puedes incluir en tu rutina que ayudarán a que te muevas más: 

  1. Sube siempre por las escaleras. Siempre que sea posible, olvídate del ascensor y sube a pie.
  2. Camina una media de 10.000 pasos diarios. Intenta desplazarte siempre andando al trabajo siempre que sea posible o sal a dar un paseo mientras paseas a tu mascota.
  3. Anda mientras hablas por teléfono. Diariamente, perdemos mucho tiempo con nuestro móvil. Un hábito es andar mientras atendemos una llamada. 
  4. Hacer las tareas domésticas. Es cierto, dan mucha pereza, pero te pueden ayudar a moverte y, además, harán que tu casa esté siempre más limpia.