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"No te tumbes si no vas a dormir": el cardiólogo José Abellán revela el gesto que arruina tu descanso

El insomnio se combate también a plena luz del día, según uno de los médicos más conocidos en salud cardiovascular

El truco del cardiólogo para no sufrir insomnio

El truco del cardiólogo para no sufrir insomnio / LP/DLP

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Las Palmas de Gran Canaria

Dormir es mucho más que cerrar los ojos. Es un mecanismo vital que repara, ordena y sostiene. Sin embargo, cada vez más personas lo experimentan como un terreno incierto. Según la Sociedad Española del Sueño, menos de la mitad de la población duerme lo que necesita, y más de cuatro millones de personas en España sufren algún tipo de trastorno relacionado con el sueño.

En este contexto, la figura del cardiólogo José Abellán (@doctorabellan en Instagram) cobra especial relevancia. No solo por su formación médica especialista en cardiología, autor, divulgador y voz respetada en redes sociales, sino por su forma de abordar el descanso con profundidad, con ciencia y, sobre todo, con sentido común. Para él, dormir no empieza al caer la noche, sino desde el primer momento del día.

Un error frecuente

Entre sus observaciones más reveladoras, José Abellán señala uno de los hábitos que más perjudican al descanso sin que muchos lo sepan: adoptar la postura de tumbado durante el día. Ya sea en el sofá, en la cama o en una tumbona, si no se va a dormir realmente, ese gesto puede alterar los ritmos naturales del cuerpo.

Este error aparentemente inocente interfiere con el ciclo circadiano, desorienta al organismo y puede provocar dificultades para conciliar el sueño por la noche. Para Abellán, cada minuto que se pasa tumbado sin motivo retrasa el reloj interno y debilita la calidad del descanso posterior.

Dormir bien también protege el corazón

Abellán recuerda que descansar no es un capricho, sino una necesidad biológica. Un sueño reparador regula la presión arterial, el ritmo cardiaco y las hormonas. Ayuda a conservar energía, a fortalecer la memoria, a sintetizar proteínas, a restaurar tejidos y a limpiar el cerebro de toxinas.

Cuando se duerme mal de forma persistente, se incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, se debilita el sistema inmune y se pierde capacidad de concentración. El descanso, como insiste el cardiólogo, no debe entenderse como tiempo improductivo, sino como una forma activa de cuidar la salud.

Las claves del buen descanso

En su libro Lo que tu corazón espera de ti y en su cuenta de Instagram, Abellán comparte prácticas cotidianas para mejorar la calidad del sueño. Entre ellas, propone:

  • Exponerse a la luz solar durante la mañana, lo que ayuda a sincronizar el reloj biológico.
  • Mantenerse activo durante el día, pero evitar el ejercicio físico intenso al atardecer, que puede alterar la liberación de melatonina.
  • Cenar temprano y ligero, para no interferir con el proceso digestivo durante el sueño.
  • Dormir en una habitación fresca y oscura, con temperaturas entre los 20 y 21 grados.
  • Reducir el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir, para minimizar la exposición a la luz azul.

El error más común, asegura Abellán, es tratar de arreglar el sueño justo al final del día. Sin embargo, la clave está en cómo se vive cada jornada, en la exposición a la luz, en los niveles de actividad, en la alimentación y, sobre todo, en el respeto por los ritmos del cuerpo.

Dormir bien no es solo un objetivo nocturno, sino el resultado de decisiones tomadas desde que suena el despertador. Y quizás, ahí está la raíz del problema, en una sociedad que corre, exige y no se detiene, reaprender a descansar podría ser el acto más revolucionario de todos.

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