La utilización masiva de teléfonos inteligentes y el perfil que estos gadgets tienen, para muchos usuarios, de juguetes tecnológicos son realidades que ahora conviven mejor que nunca. La prueba es la aparición de juguetes físicos -básicamente pensados para el ocio de adultos- que pueden controlarse con el móvil a distancia gracias a una conexión inalámbrica wi-fi. Parrot, con su espectacular A.R. Drone, un ovni de plástico que mide unos 50x50 centímetros, con dos cámaras y cuatro hélices impulsoras, es la pionera de este catálogo creciente.

El A.R. Drone propone diversas utilizaciones lúdicas, entre las que hay carreras de habilidad y un juego en el que este aparato volador tiene que localizar a alguien que se esconde. Otros artefactos similares son un helicóptero, un tanque futurista y un coche capaz de subir por las paredes. Spheros -que empezará a venderse en unas semanas y que se ha hecho muy popular a través de internet- es una pelota robótica que, para sorpresa del que mira, se mueve sin necesidad de tocarla, guiada desde el móvil, que hace las veces de control remoto.