El verano, por las características de la estación y con el factor vacaciones añadido, exige a las cámaras fotográficas unas prestaciones extras. Por ejemplo, una mayor resistencia a la arena, el agua y la vida al aire libre. O la versatilidad para captar fotos y vídeos en alta definición, de forma sencilla y con un solo dispositivo.

La nueva generación de cámaras digitales tiene diversos modelos que cubren estas prestaciones y por primera vez, los equipos disponibles son tan variados que incluyen desde un teléfono inteligente que cabe en el bolsillo a una cámara réflex especialmente resistente.

El smartphone Eluga, de Panasonic, es un terminal de gama alta con cámara de 8 megapíxeles y un sistema especial de estanqueidad resistente al polvo y agua.

La réflex Pentax K30 tiene el cuerpo sellado, un diseño deportivo y está disponible en colores como el blanco y el azul, que rompen con la tradición.

La Handycam Waterproof, de Sony, con gran angular, zoom óptico y pantalla táctil desplegable es resistente al polvo, agua (hasta 5 metros) y caídas (hasta 1,5 metros).

Olympus, de lentes intercambiables, se apunta a esta oferta todoterreno con extras como GPS, brújula electrónica y estabilizador para grabar vídeos mientras uno se mueve.