Cuando nació el primer Messenger de Microsoft, allá por el año 1999, posiblemente nadie se esperaba que se convertiría durante años en el referente mundial de la comunicación a través de la red.

Empresas y particulares de todo el mundo cambiaban la forma en que se comunicaban, aparcaban el teléfono y se pasaban al teclado, mucho más civilizado y sesudo. Las palabras ya no se las llevaba el viento y nacía una nueva forma de comunicarse en la que unas divertidas caras amarillas llamadas emoticonos adquirían un protagonismo enorme.

El servicio de mensajería instantánea de Microsoft tuvo un crecimiento enorme a mediados de la pasado década, debido fundamentalmente a que permitía la comunicación en tiempo real, y lo hacía de forma sencilla y con personas de todo el mundo.

El servicio fue evolucionando a lo largo de los últimos años, pero la irrupción de nuevas tecnologías -sobre todo en los dispositivos móviles- han ido acabando con el programa que ha dominado la comunicación durante casi una década. Messenger no se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos, más dinámicos y rápidos.

Aparece un nuevo jugador

Coincidiendo con el punto de mayor implantación de Messenger, los inventores del famoso Kazaa -el sueco Niklaz Zennstrom y el danés Janus Friis- crean en 2003 junto a un grupo de progamadores estonios un sistema para hacer videoconferencias, que además permitía el intercambio de archivos y mensajes.

En agosto de 2003 se lanza la primera beta pública de Skype. El programa se convierte pronto en todo un estándar a nivel mundial, y es comprado por diferentes empresas, hasta que termina en manos

de Microsoft.

El 10 de mayo de 2011 el gigante de Redmond anuncia la adquisición de Skype por la ´módica´ cantidad de 6.600 millones de euros. En aquel momento la cantidad abonada se antojaba excesiva, pese a los más de 280 millones de usuarios activos conectados en todo el mundo.

Pero pocos conocían el trasfondo real de la operación: liquidar al venido a menos Messenger y cambiarlo por un nuevo, potente y mejorado sistema llamado Skype. De hecho, este último había sido uno de los grandes culpables de que Messenger se hundiera.

Este martes, como parte del proceso de compra de Skype por parte de Microsoft, ambas plataformas se fusionarán definitivamente en un único sistema que mejora, y mucho, al viejo Messenger. La transición ya se está haciendo desde hace algunos meses y no está siendo en absoluto traumática. En palabras de Alejandro Arnáiz, director de desarrollo de negocio de Skype para Latinoamérica, la transición se está haciendo "de forma transparente y sencilla".

Las enormes posibilidades y avances tecnológicos de Skype están haciendo el resto. "La integración con Messenger se planificó para que fuera muy transparente para el usuario, pero en términos de comunicación, las ventajas son mayores ahora gracias a Skype".