India prohibirá el uso de GMail, Yahoo o Microsoft para los correos electrónicos oficiales. El anuncio casa con la polémica suscitada en torno al espionaje masivo de civiles por parte del gobierno estadounidense, y confirma que los servicios gratuitos no guardan todas las garantías en cuanto a la privacidad de los usuarios. O al menos, tiene toda la pinta de ello. Detrás de esta gran cuestión, que alimentará las tertulias durante los próximos años, subyace una competencia feroz por estas tres grandes firmas por hacerse con el mercado del buzón electrónico. Porque manejar muchos datos comienza a ser un imprescindible en la era de eso que se da en llamar Big Data.

O lo que es lo mismo, la imperiosa necesidad de hacerse con una potente base de información. Y de usuarios. Que ya se está en el proceso de elaborar herramientas adecuadas por manejar semejante contingente de nombres y números. Lo cierto es que los grandes servicios de correo electrónico gratuito integran multitud de herramientas por las que el usuario ni siquiera ha preguntado antes de darse de alta. Esto es, calendario, alertas, una nube particular a la que es posible que subamos de forma accidental y automática las imágenes del móvil o una red social incorporada que convierte nuestros contactos de correo en círculos y vaya usted a saber qué más.

¿Es posible darse de alta únicamente como usuario del e-mail que se ofrece de forma gratuita? Buena pregunta. Hay que bucear un rato en la red para descubrir alternativas, aunque no tan potentes en cuanto a espacio disponible y atractivos extra como un logrado diseño web en html 5, lo más en apariencia y usabilidad de las páginas por las que navegamos.

Eso sí, cuando todos dábamos al GMail por seguro ganador de la guerra que perdió en su día Hotmail, resulta que Microsoft no se rinde y mejora considerablemente su producto, alineado con el sistema operativo Windows 8. Yahoo también se resiste a caer en el campo de batalla, cada vez más abonado, por cierto, de anuncios publicitarios. Todos estos servicios se han adaptado de forma brillante a los sistemas operativos para móviles. El correo electrónico, no lo duden, sigue vivo.