Cada vez son más los jóvenes que se zambullen en el inabarcable universo YouTube con la ilusión de ganar dinero o popularidad, una afición que para algunos de los que ya han triunfado en esta plataforma como El Rubius o Willyrex ha pasado de ser un juego a convertirse en una forma de ganarse la vida.

"YouTube engancha, es así" admite desde su habitación el prolífico usuario Vegetta777 en uno de sus famosos vídeos, que siguen más de cuatro millones de personas y en los que comenta sus partidas de videojuegos a la vez que da trucos y consejos a los aficionados.

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Este creador de vídeos madrileño es el segundo más seguido en España según la web Social Blade, que sitúa a El Rubius en primer lugar, con más de seis millones de suscriptores a su canal, aunque ha superado los nueve millones de reproducciones con parodias como la del videojuego Minecraft y ha hecho otros virales como el de "El furby asesino".

El Rubius, cuyo nombre real es Rubén Doblas, empezó en YouTube como Vegetta777, con los llamados 'gameplays' o partidas de videojuegos comentadas, pero con el paso del tiempo sus parodias sobre la amistad o su gata, llamada Raspberry McFaggotCakes y casi tan famosa como él, llegaron a acumular millones de reproducciones.

Otro muy popular en España es Guillermo Díaz, más conocido como Willyrex, que también empezó en YouTube subiendo partidas de videojuegos, una pasión que compaginaba con sus estudios; ahora tiene más de tres millones de seguidores y vive de sus vídeos: "Me despertaba cada día una hora antes, preparaba mi vídeo y me iba a clase", contaba recientemente en una convención en Los Ángeles.

El gallego Wismichu es otro célebre usuario que a sus 22 años se ha hecho de oro a base de subir vídeos censurados en los que aparecen chicas enseñando los pechos en Chatroulette, un videochat que conecta aleatoriamente por vídeo a dos usuarios desde cualquier país.

Las chicas no se quedan atrás, como 'Sarinha', sara12031986 es su pseudónimo en YouTube, que ha alcanzado casi un millón de seguidores comentando partidas de videojuegos como Minecraft o el violento Grand Theft Auto y a menudo jugando en directo con otros youtubers como Willyrex.

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Se hacen llamar youtubers, y la mayoría se dedican a los gameplays o partidas comentadas, el género con más éxito en el panorama español.

Al otro lado del charco triunfan formatos como los video-blogs, las parodias o los vídeos didácticos de maquillaje, estos últimos especialmente populares entre las mujeres.

Alguno de estos tutoriales han batido récords como el de 'Angelina Jolie make up tutorial' de Michelle Phan, una joven vietnamita estadounidenseque que comparte sus consejos de belleza con más de 5 millones de suscriptores en todo el mundo y cuya popularidad le ha llevado a trabajar para la firma francesa Lancome.

Vivir de YouTube es posible, pero solo para algunos pocos, pues según los usuarios de YouTube entrevistados por EFE es necesario acumular al menos mil seguidores para que una empresa se ofrezca a patrocinar al creador.

Este fue el caso de Bely Basarte, compositora y cantante aficionada madrileña que consiguió su primer sueldo de YouTube firmando un acuerdo con una marca comercial a cambio de grabar un vídeo publicitario, por el que le dieron 150 euros.

Basarte, con más de 4.000 suscriptores, habla con EFE de sus compañeros youtubers y los describe como "encantadores" y unos "ídolos para los niños", aunque matiza que "realmente están interpretando un papel" en sus vídeos y que, al conocerles en persona, "ves que en la vida real son diferentes".

Wismichu, el que triunfó con los vídeos de pechos censurados, corrobora sus palabras y asegura que en sus creaciones interpreta a "un personaje", un rol que le ha permitido dejar su Galicia natal e irse a estudiar a Madrid y que muestra sin pudor a sus seguidores, entre los que, nada a su pesar, se encuentran sus padres.

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Según un reciente informe de la Comisión Europea, los jóvenes españoles pasan de media 90 minutos al día conectados a Internet, de los cuales una parte significativa la dedican a la red social YouTube, la más popular después de Facebook.

Nacho tiene 13 años y se considera todo un fan de este portal, por eso comparte y comenta con sus amigos los vídeos de Vegeta777 y otros famosos youtubers nada más llegar del colegio: "Los veo porque me hacen reír, sobre todo 'los de tonterías', algunos los he visto como tres veces o cuatro".

Al preguntarle sobre si le gustaría vivir de YouTube en un futuro responde que "no me importaría", aunque, después de pensarlo otra vez, matiza: "Pero solo si tengo éxito".