Lograr transmitir electricidad por el aire es uno de los grandes retos de la tecnología. Aunque actualmente ya es posible prescindir de todos los cables en nuestros aparatos electrónicos, siempre hay uno del que es imposible desprenderse en un momento u otro: el de alimentación.

Pero la tecnología inalámbrica puede resolver este inconveniente. Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) lograron en 2007 recargar una bombilla de 60 vatios sin ninguna conexión física, solo con dos dispositivos que se encontraban a dos metros de distancia.

Este logro les llevó a fundar la compañía WiTricity para avanzar en el desarrollo de esta nueva tecnología. Sus primeros frutos ya son una realidad. Así, esta empresa norteamericana ha creado un sistema magnético con el que se pueden cargar dispositivos electrónicos sin necesidad de cables ni las bases de carga actuales.

WiTricity ha desarrollado una base de recarga inalámbrica basada en la resonancia magnética, con la que puede enviar energía desde varios centímetros de distancia a través de superficies como madera o cemento.

A diferencia de las bases de recarga por inducción, con la resonancia la eficiencia de la transferencia de energía es mayor, afirman sus creadores. Además, ofrece mayor libertad porque la base inalámbrica se puede colocar en cualquier posición y el dispositivo puede estar a varios centímetros de distancia.

La base de WiTricity carga dispositivos a varios centímetros de distancia. Foto: Twitter

Este sistema no solo serviría para móviles o tabletas, también sería válido para recargar coches eléctricos. De hecho, el fabricante japonés Toyota planea introducir la recarga inalámbrica en sus nuevos coches híbridos en 2017.

Cargador inalámbrico de 'smartphones'. Foto: WiTricity

Pero este no es el único proyecto de tecnología inalámbrica para recargar dispositivos que se está llevando a cabo. Ingenieros chinos y estadounidenses han diseñado una batería con un nanogenerador que recoge y convierte la energía de vibración de una superficie (por ejemplo, el moviminto del asiento de un coche o de un avión) en energía para el teléfono. El final de los cables de alimentación podría estar cada vez más cerca.