Como los virus al replicarse, los contenidos que se popularizan de forma masiva en redes sociales siguen siempre un mismo patrón: un despunte de intercambios justo al publicarse, con un punto álgido ocho horas después, al menos, tras el cual se comparten a un ritmo lento hasta difuminarse.

Entre ocho y doce horas exactamente es la franja de tiempo que se requiere para alcanzar el máximo de popularidad de un contenido una vez que empieza a viralizarse en redes sociales, asegura a Efefuturo el matemático Ronen Ben Hador, experto en tecnología de macrodatos y responsable del equipo de la plataforma Sizmek, que ha desarrollado un potente algoritmo de inteligencia artificial que permite predecir qué informaciones se harán virales y cuándo exactamente.

Más de 100.000 dominios de alto nivel actualizados semanalmente se incluyen en este algoritmo cuyo uso en distintos eventos confirma la enorme similitud de la expansión biológica de los virus con la de los llamados contenidos virales en internet -denominados así no por ser necesariamente maliciosos ni dañinos, sino por su rápida reproducción de forma masiva en un momento dado para reducirse paulatinamente desde entonces hasta morir.

Así lo asegura este experto con formación en universidades tan prestigiosas como la de Cambridge, en Reino Unido, además de responsable de investigación de la herramienta Peer39, de la plataforma Sizmek de publicidad digital, que predice con un 95 % de exactitud según confirma un informe recién publicado qué contenidos se harán populares en redes sociales de modo que las marcas ajusten así más eficientemente sus campañas publicitarias.

"Cuando analicé los datos de las informaciones para investigar su propagación en redes sociales descubrí que su modelo de reproducción era exactamente igual al de otro trabajo que ya había hecho sobre propagación de virus de enfermedades", entre cuyos objetivos estaba determinar el momento óptimo para medicar a los enfermos.

"No es extraño comprobar que sea así, de todos modos. Si tienes un virus y se replica, ya tienes dos, y poco después cuatro, y así sucesivamente. Y en los medios sociales ocurre lo mismo: si un amigo comparte un mensaje, ya lo ven dos, y si cada uno repite la acción, ya son cuatro, y luego ocho", explica el experto.

De acuerdo a sus datos, el ritmo de intercambio de comentarios durante cada uno de los primeros segundos tras la publicación de una información en redes sociales resulta determinante para vaticinar qué contenidos (vídeos, comentarios) se acabarán viralizando y exactamente cuándo serán más populares.

Si por ejemplo, un internauta publica en Facebook o Twitter que "Barcelona se independiza", desde esos primeros intercambios de mensajes se puede pronosticar ya si los comentarios acabarán siendo compartidos de forma masiva o no y en qué momento serán más populares.

Esta capacidad predictiva de los algoritmos y la inteligencia artificial sin duda más acertada que "la mera intuición" para conocer la evolución de los contenidos en redes sociales, podría extrapolarse asimismo a la toma de decisiones más eficientes en otros muchos ámbitos económicos y sociales.

¿Por qué no preguntar a un algoritmo cuándo es un buen momento para pedir una subida de sueldo? o ¿cuándo sería mejor buscar un nuevo empleo?, se plantea el matemático.

Precisa, además, que no sería descartable que las noticias falsas o "fake news", como se denominan en inglés, siguieran asimismo un patrón determinado para viralizarse, un aspecto que sin embargo aún no ha analizado, pero que sería relevante investigar, dice, para disponer de mayores herramientas con las que frenar esos fenómenos que confunden a la opinión pública.

Aunque su algoritmo no valora temáticas concretas para sus predicciones, ni niveles de veracidad o falsedad, su uso se ha trasladado ya al análisis de momentos informativos de muy diversa índole en redes sociales: desde macroeventos olímpicos o elecciones en grandes países, hasta comerciales como el llamado "Black Friday".

En todos los casos los resultados han confirmado que la propagación de las informaciones en internet sigue siempre un mismo patrón, concluye el experto.