La tecnología avanza cada vez más rápido y lo que a día de hoy es un dispositivo de vanguardia mañana mismo puede quedarse obsoleto. Eso se ha dejado notar especialmente en los 'smartphones', un sector que está en constante evolución. Y es que las compañías sacan cada pocos meses teléfonos móviles que, en la mayoría de los casos, dejan anticuados a sus predecesores y con los que te entra un impulso casi irrefrenable de cambiarlo al momento.

Desde hace ya algunos años hemos ido viendo como los 'smartphones' han ido mejorando su diseño hasta hacerse más finos, menos pesados y, en la mayoría de los casos, más pequeños. Pero para llegar a este exquisito diseño se ha tenido que perder algo que a lo mejor no te habías parado a pensar: la batería extraíble.

A día de hoy encontrar en el mercado un 'smartphone' que tenga una batería extraíble es algo que sólo queda relegado a compañías secundarias. Pero, ¿Por qué ya no se puede quitar la batería al móvil?

Los más conspirativos dirán que el llamado 'batterygate' de Apple tiene mucho que ver en esto. En 2017 la compañía dirigida por Tim Cook sufrió un fuerte revés cuando un adolescente de 17 años descubrió que utilizaban la batería de algunos de sus iPhones para ralentizarlos. Esto ocurría cuando el dispositivo estaba ya algo usado y obligaba a los fans de Apple a comprarse un nuevo teléfono.

Y es que los fabricantes de teléfonos móviles parecen haber encontrado una forma, de dudosa legalidad, de limitar la vida útil de un 'smartphone': conseguir que uno de los componentes que más fallos da sea irremplazable. Si cambiar la batería del teléfono cuesta más que el propio dispositivo, ¿Por qué no comprar uno nuevo?

Sea cierto o no, pese a haber perdido la capacidad de reemplazarlas está claro que las nuevas baterías de los teléfonos móviles también han traído cosas buenas.

Mejoras en el diseño

La pérdida de la batería extraíble ha conseguido que los nuevos 'smartphones' estén fabricados de mejores materiales. Las compañías han pasado de los plásticos que se usaban para las carcasas extraíbles, a otros materiales como el vidrio, el metal o el cristal.

La resistencia al agua

Por muy bien sellada que esté la tapa trasera, un teléfono con batería extraíble nunca será resistente al agua. Además, con los usos esta tapa pierde sus características y hace que los líquidos entren en el interior del dispositivo más fácilmente. Esto también se puede a extrapolar a otros elementos como el polvo.

Más espacio para otros componentes

Sin entrar en detalles técnicos, está claro que eliminar la batería y la carcasa extraíble ha conseguido dejar más espacio físico para otros componentes del dispositivo, como mejoras en el altavoz o en la cámara trasera.

Baterías más eficientes

Las baterías extraíbles están diseñadas de forma rectangular o cuadrada para su extracción o colocación sea más sencillo. A día de hoy, el hecho de no poder extraerlas ha conseguido que las baterías desarrollen nuevos diseños capaces de acoplarse mejor al dispositivo y mejorar así su potencia. Un ejemplo de ello lo encontramos en la batería en forma de 'L' de algunos iPhone, un modelo que sería más complicado de extraer.