Los teléfonos móviles son un auténtico foco de suciedad. Aunque la mayoría no sea consciente de ello, lo cierto es que los smartphones son uno de los objetos de uso cotidiano más sucios que podemos encontrar en nuestras casas. De hecho, así lo puso de manifiesto un estudio del Departamento de Microbiología de la Universidad de Barcelona, que constató que la pantalla de los teléfonos inteligentes puede contener hasta 600 tipos de bacterias. Este dato no resulta baladí si se tiene en cuenta que por ejemplo en la taza de un inodoro se pueden encontrar de media unos 20 tipos distintos de bacterias, treinta veces menos que en la pantalla de un móvil.

La 'suciedad' de los móviles obliga a extremar las precauciones. Para ello, es necesario limpiar periódicamente nuestros smartphones, aunque para ellos debemos seguir una serie de recomendaciones para saber qué debemos usar y qué no para mejorar la limpieza de nuestros terminales.

Cómo limpiar tu móvil

En el caso de la pantalla, para limpiarla lo más eficaz es utilizar paños de microfibra o bien una gamuza parecida a las que se utilizan por ejemplo para limpiar las gafas.

La microfibra no provoca rayaduras y evita la liberación de partículas que pueden quedar atrapadas en los diferentes orificios del terminal.

Para obtener un resultado idóneo, podemos mojar el paño con un poco de agua destilada o con una solución con una mezcla de agua (80%) y alcohol (20%). En cambio, es mejor huir de líquidos abrasivos como pueden ser los limpiacristales.

Si ya tenemos claro lo que debemos usar para una correcta limpieza de la pantalla de nuestro teléfono, no viene nada mal hacer hincapié en lo que no debemos utilizar de ninguna manera. Así que digamos adiós para siempre a todo tipo de material áspero que pueda rayar las pantallas, como puede ser el caso de las toallas o de pañuelos para sonarnos los mocos.

También debemos evitar utilizar agua de grifo, ya que contiene cloro y puede dejar manchas en la pantalla. El agua destilada, en cambio, es un buen agente limpiador porque no tiene sales ni bacterias.

Otro de los elementos que presentan más suciedad en un móvil son el teclado y los conectores. En este caso, el mejor método es recurrir a un bastoncillo de algodón que podemos haber humedecido con agua destilada. En cambio, es preferible evitar los palillos, ya que por su dureza podríamos estropear algunas partes del smartphone.

El móvil en la playa

El móvil en la playaPor otra parte, ahora que disfrutamos del verano y nos llevamos el móvil a la playa debemos estar muy atentos a dos de los grandes enemigos de los teléfonos inteligentes: la arena y el agua.

Aunque tenemos que intentar en lo medida de lo posible que el terminal esté protegido, resulta fácil que se nos pueda ensuciar el móvil con arena. Para mantenerlo limpio, es recomendable recurrir a una brocha o a un cepillo de dientes. En cambio, es mejor evitar soplar la arena, ya que podemos hacer que se incruste todavía más en el terminal, estropeando elementos internos. Debemos ser especialmente precavidos si la arena afecta a la lente de la cámara, para evitar que se raye.

La arena también puede rayar la pantalla. Si se trata de rasguños superficiales, para solucionarlo podemos utilizar un poco de pasta de dientes. Untamos un poco en un paño húmedo y frotamos levemente sobre el arañazo.