El gigante estadounidense de internet Google fue multado en Francia con 100.000 euros por recoger datos privados a través de su controvertido programa de cartografía "Street View", informó hoy el secretario general de la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), Yann Padova.

En una entrevista publicada por "Le Parisien", Yann Padova, señaló que la recolección de datos por parte de Google ha hecho que la empresa haya "alimentado una base de datos de geolocalización que ahora vale su peso en oro y le permite dominar el marcado".

Además, Padova agregó que la multa -récord en Francia para una sanción de ese tipo- también tiene en cuenta que Google "no cooperó francamente" durante las investigaciones.

El secretario general del organismo francés encargado de velar por las libertades en la Red describió el comportamiento de la empresa estadounidense como "intrusiones particularmente graves".

Los vehículos de Google que recorren las calles no sólo captaron fotografías sino que "aspiraron" "todas las informaciones que transitaban por conexiones inalámbricas de internet no protegidas", lo que incluye "correos electrónicos personales, conexiones a todo tipo de páginas web e incluso informaciones sobre prescripciones médicas", explicó.

Por su parte, el director de protección de datos de la empresa tecnológica, Peter Fleischer, señaló en un comunicado enviado a Efe que Google recogió los datos "por error" a partir de "redes inalámbricas (WiFi) no protegidas".

"Desde que supimos lo que pasaba, paramos nuestros coches de 'Street View' e informamos inmediatamente a las autoridades francesas. Nuestro objetivo siempre ha sido destruir esos datos y celebramos que el CNIL nos haya dado autorización" para hacerlo.

El secretario general del CNIL admitió que en abril de 2010 Google reconoció su error y que una vez que se ha cerrado el caso, el gigante de internet procederá a la destrucción de esos datos obtenidos de manera ilícita.

Francia no es el único lugar en el que Google ha cometido ese "error" en la recogida de datos. Han aflorado procesos similares abiertos en 37 estados de EEUU y en otros países como España, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Irlanda, Nueva Zelanda o Corea del Sur.