La oleada de despidos en Twitter anunciada por Elon Musk está tambaleando los cimientos de una de las redes sociales más influyentes del planeta hasta el punto de incluso no poder descartarse su bancarrota, según reconoció su nuevo propietario. Esta situación de confusión y desconfianza se ha traducido en un éxodo de parte de los anunciantes, pero también de usuarios que buscan otros espacios de comunicación en línea. Y ninguna ha sonado con tanta fuerza como Mastodon.

Las turbulencias en Twitter causadas por el terremoto Musk han disparado el interés en Mastodon. Así, desde que el hombre más rico del mundo se hiciese con el control de la plataforma el pasado 27 de octubre las búsquedas de Mastodon en Google se han disparado por encima del 1.000% y la plataforma ha doblado su base de usuarios, que ya supera los dos millones mensuales, su récord histórico. El día después de oficializarse que Musk compraba Twitter, hasta 70.000 personas se inscribieron en un espacio que ven como una posible alternativa. "El futuro de las redes sociales no tiene que pertenecer a un milmillonario, puede estar en manos de sus usuarios", han celebrado.

Lanzado en 2016, Mastodon es una red social de microblogging de estética muy semejante a Twitter. Como hacen otras plataformas, sus usuarios se podrán crear perfiles personalizados, publicar mensajes y compartir tanto fotos como vídeos para interactuar entre ellos.

Sin embargo, mientras la plataforma del pájaro azul está controlada por una única empresa o servidor, Mastodon opera como una federación descentralizada de servidores, lo que han apodado como Fediverso. ¿Qué significa eso? Pues que el usuario puede usar el código libre que Mastodon pone a disposición de todo el mundo para construir un servidor o instancia, una red social que puede girar en torno a intereses tan distintos como la informática, los quesos o el fútbol y a la que podrán unirse los demás.

Red de redes

Este proyecto, que opera como una red de redes, fue creado en 2016 por el programador ruso-alemán Eugen Rochko. Él creó el servidor inicial (Mastodon.Social) del que cuelgan todos los demás, que establece unas normas mínimas para limitar la propagación de pornografía infantil así como de contenido racista o sexista.

A parte de esto, el usuario será así el gestor de ese espacio y él o ella serán los encargados de crear las normas de funcionamiento de su comunidad y no Musk, Mark Zuckerberg o el empresario de turno. Los usuarios que hayan creado cada servidor también podrán decidir si sus mensajes son cerrados y se quedan tan solo para su comunidad o si se comparten para ser visibles para los miembros de otros servidores.

Para unirte a Mastodon primero tendrás que crearte una cuenta y elegir un servidor de los disponibles en base tanto al idioma deseado como a tus intereses compartidos. Una vez ahí solo tendrás que registrarte (como con cualquier otra red social), configurarte tus listas de gente a la que sigues e interactuar con los demás usuarios. En Mastodon, además, cada mensaje (o 'toot') puede tener hasta 500 caracteres, lejos del máximo de 280 que actualmente permite Twitter.