El titular de este artículo muestra, como si del tanteo de un partido de fútbol se tratara, el chiste que está circulando por el E3 a raíz de la presentación de la nueva PlayStation 4 y que deja claro el sentir de muchos asistentes. Pero pese a que Sony ha sorprendido a todos con la demostración de su nuevo dispositivo, el marcador no es, ni mucho menos, tan escandaloso.

La guerra abierta entre los dos gigantes del sector de los videojuegos -con permiso de Nintendo- por hacerse con el dominio del futuro del entretenimiento digital se ha recrudecido tras el anuncio por todo lo alto de la nueva ´Play´. Mientras que Microsoft ha enfocado claramente su nueva Xbox One a un sector más familiar, convirtiendo su consola en el centro del entretenimiento digital en el hogar, Sony ha hecho todo lo contrario, abrazando los videojuegos como principal baza de su PlayStation 4.

Tras la más que mejorable -hoy estoy generoso- presentación de la PlayStation 4 realizada en febrero, Microsoft quiso dejar muy claro cuando tuvo la oportunidad que se querían quedar con todo el pastel. Así, en una fastuosa presentación hace apenas unas semanas, pudimos comprobar como la Xbox One no solo era un producto redondo, sino que ya estaba a punto para salir al mercado, dejando en evidencia al enemigo nipón.

Pero Sony ha sabido reaccionar, y en una jugada maestra -hay que ver qué listos son estos japoneses- han hecho una de las más grandes presentaciones que se recuerdan. En el que está siendo el mejor E3 de los últimos años, de repente Sony ha eclipsado todas las informaciones. Sí, está claro que se están presentando muchas otras cosas, pero algunas ya las habíamos visto y otras pierden interés frente a la nueva ´Play´. Los grandes estrenos de monstruos como EA, Ubisoft o Activision han quedado eclipsados por el anuncio de Sony. Aunque tenemos muchos meses por delante para hablar de juegos...

Y es que hay que preguntarse si la pseudo-presentación de la PlayStation 4 de febrero no fue en realidad una jugada calculada para que, tras las críticas, se creara el enorme interés que se ha creado por ver cómo era la Play. Todo el mundo estaba ansioso por ver, escudriñar y fotografiar la consola de próxima generación de Sony, y de ahí el resultado final: miles de noticias en miles de medios de todo el mundo.

La PlayStation 4, disponible para la campaña navideña por 399 euros -100 menos que la Xbox One-, se presenta como el superventas de esas, aunque está por ver la reacción de Microsoft ante el envite en el precio. 100 euros puede ser un factor importante que decante las ventas de un lado o de otro, más aún cuando se ha anunciado que a partir de ahora, ambas plataformas compartirán una nefasta y lamentable característica: pagar para jugar on line, algo que hasta ahora era gratis en la ´Play´. Pagas el juego, y pagas por jugar...

En cuanto al dispositivo en sí, poco que contar hasta que no le ponga uno las manos encima. Todo lo mostrado -como siempre en estos casos- son demos ya preparadas que siempre son deslumbrantes y provocan que se te escape un "¡Oooooooohhhh!" con cada nuevo vídeo. Pero lo que ha quedado claro es que Sony va a apostar por los videojuegos. Mucho más que Microsoft. Empezando por acoger con los brazos abiertos a todos los estudios independientes -Microsoft tiene una política al respecto más restrictiva- y siguiendo por ofrecer la posibilidad de intercambiar juegos de segunda mano -bendita noticia-, algo que, en principio, no se podrá hacer con la Xbox.

Junto a todo esto, la PlayStation 4 ofrecerá la posibilidad de acceder al resto de divisiones de entretenimiento de la compañía, como Sony Pictures -¿a alguien le suenan James Bond o Spiderman?- o Sony Music -con un catálogo de más de 20 millones de canciones-, amén de diferentes servicios de televisión de pago, aunque de momento seguiremos sin poder disfrutar de Netflix por estos lares.

Al final, con lo que uno se queda es con que la nueva generación de dispositivos de entretenimiento en el hogar, o consolas de videojuegos -que así lo hemos dicho siempre- están aquí, mucho mejores, más rápidas, completas, fuertes y divertidas. Y sobre todo, a precios más asequibles, por lo que uno no puede más que alegrarse. Nos espera una época maravillosa.