27 grados 45 minutos Norte, 15 grados 31 minutos Oeste. El epicentro de los rescates de inmigrantes en la Ruta Canaria, el puerto de Arguineguín, en el sur de Gran Canaria, no solo está desde hace tiempo en los informativos de toda España, sino que sus coordenadas han entrado ya en los GPS que guían a quienes arriesgan la vida en el Atlántico.

Las cientos de personas que abarrotan ese pequeño puerto pesquero, entre inmigrantes a la espera de recurso de acogida, sanitarios, voluntarios de Cruz Roja, tripulantes de Salvamento Marítimo y miembros de las Fuerzas de Seguridad, no salían esta mañana de su asombro: una patera con 24 personas a bordo entraba directamente al puerto a las 9.30 horas y buscaba un punto para desembarcar.

Nadie la había detectado, al menos nadie la había interceptado. La persona que la patroneaba la llevó directamente al muelle donde comienza el periplo en tierra para la mayoría de quienes llegan estas semanas a Canarias en patera desde África: ficha policial, pruebas PCR, esperar varios días a que se asigne un recurso de acogida, aislamiento mientras tanto del resto de los inquilinos del muelle para prevenir posibles contagios de Covid-19.

Y esto último, si es que las cifras de acogidos en las tiendas de Cruz Roja lo permiten, porque este lunes se juntaron 800 personas en el muelle de Arguineguín, el doble de las que tenía hace un mes cuando las autoridades decidieron vaciarlo a base de contratar como recurso de urgencia complejos turísticos vacíos por la crisis, porque consideraban que la situación del muelle era insostenible.

No es la primera vez que una patera llega directamente a un puerto y echa el amarre. Pasó sin ir más lejos este lunes en La Santa, en el norte de Lanzarote, y ha ocurrido en islas tan teóricamente alejadas de la Ruta Atlántica como La Palma, adonde el 6 de septiembre arribó un cayuco con 24 subsaharianos.

Sus ocupantes amarraron y desembarcaron en el puerto de Tazacorte, el más oeste que podían encontrar. Después, solo queda océano.

Y tampoco es extraño que las pateras lleguen muy cerca de Arguineguín, que las intercepten a uno o dos kilómetros de su muelle, o que desembarquen en la primera playa que encuentren al costado de sus espigones, porque casi todo el mundo sabe en la Ruta Atlántica que allí concentra sus esfuerzos Salvamento Marítimo, con hasta tres barcos operando al mismo tiempo: Menkalinan, Talía y Polimnia, a veces también con refuerzos de la Guardia Civil del Mar.

Pero en los últimos años, es la primera vez que una barcaza de este tipo entra navegando a su muelle, sin escolta de una Salvamar, una patrullera de la Guardia Civil o una lancha Cruz Roja.

Mientras eso sucedía, en el puerto los equipos de emergencia se preparaban para otra jornada frenética: tienen el aviso de que la Guardamar Polimnia regresa al muelle con 91 personas a bordo, rescatadas esta mañana de tres pateras y un cayuco.