Un grupo de ocho migrantes, algunos de ellos liberados la semana pasada de del muelle de Arguineguín -escándalo que aún no se sabe quién lo originó-, malviven desde el pasado fin de semana en un cuarto de los servicios municipales en la playa de Las Alcaravaneras, sin agua y luz, y a la espera de que alguien se interese por ellos. Los muchachos portan documentación marroquí y las órdenes de devolución a su país.