2024. España roza un año récord en llegadas de migrantes a las costas españolas. La situación es desesperada en Canarias que pulveriza todos los récords. Más de 46.000 personas han llegado a sus costas este año, 2.000 sólo en los últimos días de diciembre. Luego está el drama de los menores migrantes no acompañados. Son ya 6.000 y Canarias no puede atenderles. El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, lleva meses desgañitándose en vano. Reclama ayuda al Gobierno y a las comunidades, en su mayoría del PP, para que asuman el reparto de esos menores. Lo que debería ser una política de Estado se ha convertido en nueva munición con la que Sánchez y Feijóo se atizan. Medio año intentando reformar la Ley de Extranjería que obligue a las comunidades autónomas a acoger a los menores extranjeros. Una conferencia de presidentes fallida. 2024 finaliza sin acuerdo. 2025 no pinta mucho mejor. Y eso que el CIS señala que la inmigración se ha convertido este año en uno de los principales problemas para los españoles. Terreno abonado para Vox que en julio rompía los gobiernos del PP. El voto ultra crece en Francia, Bélgica, Austria e Italia en las elecciones europeas de junio espoleado por los discursos antiinmigración. Meloni ensaya campos de deportación para inmigrantes en Albania que la justicia italiana le ha tumbado. España cierra el año con el compromiso de endurecer la actual ley de asilo. En 2024 más de 140.000 personas lo solicitaron. Sólo un 15% son reconocidas como refugiadas.