Christine sufre las secuelas de un terrible accidente que sufrió hace 25 años: solo tiene recuerdos durante un día. Cada mañana tiene que aprender a recordar su vida junto a su marido Ben y a recuperar todos los momentos que su memoria elimina mientras duerme. Un día Christine se da cuenta de que algo en la imagen que va formando su vida no encaja en el rompecabezas.