Ras y Calvin, con su patn y bicicleta, recorren las calles de Cali intentando cubrir de pintadas cualquier rincn que se les ponga a tiro. La militancia grafitera es lo suyo, y la amistad a muerte es la gasolina que les mantiene en marcha mientras hacen pellas de sus obligaciones, la de Ras, buscar trabajo, y la de Calvin, asistir a clase y cuidar a su abuela. Entre conciertos, amigas, visitas familiares y murales colectivos encuentran una inesperada puerta de escape en su vagar.