A Peppa le encanta saltar una y otra vez en los charcos de barro llevando puestas sus queridas Botas de Oro, aunque Suzy piense que son solo unas botas amarillas normales y corrientes. Lamentablemente, a la Señora Pato también le gustan las botas de Peppa y se escapa con ellas puestas. Con la ayuda de sus amigos, Mamá Pig, Papá Pig, George y el Abuelo Rabbit, Peppa tiene que viajar por tierra, por mar e incluso a través del espacio para recuperar sus Botas de Oro antes del Gran Concurso de Salto de Charcos.