Rafi llega a casa de Fali con la maleta a cuestas porque su mujer le ha echado de casa. No es la primera vez que esto sucede, pero esta vez va a ser diferente. A Fali le gustaría ayudar a su compadre, pero tiene mucha prisa: mañana es la primera comunión de su hijo y lo único que tiene que hacer como padre es llevar el traje del niño a la finca donde se celebra el evento. Durante las siguientes 24 horas, y con la cuenta atrás del reloj acechándoles, los compadres consiguen salir de varios embrollos para meterse en nuevos enredos.