Después de su fallido intento de rescatar a un bebé de panda robado, el oficial canino Max, un solitario y fuerte Rottweiler, debe trabajar junto a Frank, un agente humano del FBI, e infiltrarse en el siguiente objetivo de los ladrones: un certamen canino en Las Vegas. Los dos agentes se encuentran inmersos en un mundo perruno con pedicuras, bótox, depilaciones brasileñas y bocas antiincendios chapadas en oro.