Al morir su madre, y después de años de ausencia, el poeta Yusuf regresa a la ciudad donde creció. Una joven llamada Ayla le espera en una casa medio derruida. Yusuf, sin embargo, no sabía que una prima lejana llevaba cinco años viviendo con su madre. La presencia de Ayla le ayuda a canalizar, en parte, las emociones provocadas por la muerte de su progenitora. Pero, ¿podrá enfrentarse al sentimiento de culpabilidad que le invade después del entierro? Los objetos, los muebles de la casa materna, la cotidianidad, el ritmo sosegado de la provincia, los rincones llenos de recuerdos y todo lo que Yusuf quiso dejar atrás hace años, de pronto le parece algo maravilloso. El día que debe regresar a Estambul, Ayla le pide que realice el sacrificio que su madre no pudo llevar a cabo antes de morir.