Ni siquiera la muerte ayer de un novillo ha detenido las fiestas en Denia. Esta mañana la plaza estaba más llena que nunca. Muchos creen que la muerte del astado podría haberse evitado. "Hombre, si hubiera un varadero más cerquita", asegura un aficionado. "Hasta que lo cogen con las cuerdas y todo, ya el toro se ahoga", asegura otro. Porque a pesar de los esfuerzos por sacarle el hocico del agua, no lograron mantenerle a flote.