El ingeniero Alejandro Goicoechea Ornar, creador del Talgo, fue el que proyectó en 1971 el llamado oficialmente TV-2 (Tren Vertebrado), que recorrería la Avenida Marítima, entre el Centro Insular de Deportes y el Muelle Deportivo, en una ambiciosa línea que conectaría Las Palmas de Gran Canaria, Gando y Maspalomas en 60 kilómetros de longitud. Sería un ferrocarril aéreo indescarrilable gracias a sus dos carriles de rodadura. Estaría soportado por columnas de hormigón y hierro de ocho metros de altura y su punto innovador radicaría en sus ruedas motrices, cada una con su propio motor con un rendimiento de 32 Kilovatios. Con 25 a 36 vagones con capacidad para 8 o 9 personas sentadas, sería, según el 'Eco de Canarias' el 14 de julio de 1974, "La mayor atracción mundial".

Como las pruebas no convencieron a las autoridades Canarias y por la presión de los colectivos del transporte supuestamente perjudicados, el proyecto fue finalmente desechado, desmantelándose durante los últimos meses de 1975 y primeros de 1976.