Cientos de aficionados rodeaban la Cibles con una intención: celebrar el triunfo de la selección. Convertir la noche en una fiesta, que muchos querían prolongar lo máximo posible. Desafiando al sueño y con la mejor carga muchos son los que han tomado las calles. Incluso aficionados italianos con los que han compartido la noche.