Fernando Llorente ha abandonado esta mañana sonriente el entrenamiento en Lezama a pesar del incidente que le ha enfrentado al técnico Marcelo Bielsa durante la sesión. El entrenador interrumpió el partidillo en el que había puesto a Guillermo en el puesto del riojano para abroncar a Llorente, que no replicó. Poco después abandonó el campo. El delantero rojiblanco se ha subido a su coche y no se ha parado ante la prensa, que esperaba a las puertas de las instalaciones para conocer su testimonio de lo ocurrido. De su salida ha sido testigo el preparador físico, Luis Bonini, que ha presenciado como dejaba las instalaciones deportivas.