La camorra napolitana movía alrededor de 60 millones de euros anuales a través de las drogas. Cada año, el Clan Polverino controlaba el tráfico de 60.000 kilos de hachís. Según el ministro del Interior, se ha tenido que recurrir a todas las instituciones para poder desmantelar la tela de araña de la organización. Hay más de 200 inmuebles intervenidos y 213 cuentas bancarias. Cuando los guardias civiles de la Unidad Central Operativa entraron en las mansiones de los cabecillas sólo estaban sus mujeres. Ellos estaban de juerga con prostitutas. Muchas de ellas han dado cobertura a los jefes del clan que han puesto sus inmuebles y vehículos a nombre de las chicas.