Sonata española en Roland Garros, interpretada por Rafa Nadal abuelo. A sus 83 años se siente orgulloso de su nieto. Confiesa que ve todos los partidos de Rafa, pero en diferido: "Yo me garantizo que el sufrimiento, si acaso vendrá después". Mientras, Javier Ferrer y su hijo disfrutan de lo conseguido por su hermano David, al que ven muy tranquilo. El respeto por el rival es máximo. Pero el ánimo de cada uno va para aquél que le toca más cercano.