El Real Madrid se impuso anoche con rotundidad por un 3-0 ante el Atlético de Madrid. No obstante, los 90 minutos restantes en el Calderón hacen que los de Zidane huyan de euforias y los de Simeone no pierdan la esperanza. Los blancos apelan a la prudencia, aunque las sonrisas de los madridistas en la zona mixta reflejaban la satisfacción del trabajo bien hecho. Distinto era el semblante en los rojiblancos. Son conscientes de lo cuesta arriba que se pone la eliminatoria, pero con todo y eso, no dejan de creer.