Se acabó el sueño olímpico de Tokio 2020 y los deportistas respiran por fin tranquilos. La presión internacional, con países como Australia, Canada o Polonia decidiendo no enviar a sus deportistas y por último la petición expresa de Estados Unidos de retrasarlos, han precipitado la decisión casi más que el propio coronavirus.El Gobierno japonés dio el paso y el COI, por fin, aceptó el aplazamiento. Serán en el verano de 2021, aunque seguirán llamándose Tokio 2020. Demasiadas cosas ya que cambiar. Por ejemplo, todo el entrenamiento de los atletas.Habrá más problemas, como qué pasará con la Villa Olímpica, o con las competiciones que iban a celebrarse el próximo verano, o con los derechos de televisión y los deportistas que pensaban retirarse. Muchas dudas, pero para eso habrá tiempo, todo un año.