Las vacaciones van tocando a su fin y eso comienza a notarse de manera especial en un Gran Canaria que vivía en el día de ayer una jornada frenética de llegadas a la Isla, en la que tampoco faltaron las obligadas visitas a Hospital Perpetuo Socorro.
El día de ayer arrancaba de madrugada con la llegada de Damien Inglis a las 2.00 horas, tras un maratoniano viaje del francés desde la Guayana Francesa, que le tuvo durante cerca de 48 eternas horas de avión en avión hasta poder aterrizar en su nueva casa.
Damien Inglis ya está en Gran Canaria. El jugador francés, una de las tres incorporaciones de este verano para el nuevo curso, arribó a la isla pasadas las 2 de la mañana de la noche del miércoles al jueves, tras casi 48 horas de viaje desde que lo inició en la Guayana Francesa, su lugar de nacimiento.
A pesar del cansancio que se reflejaba en su rostro tras el largo viaje, el interior francés se mostraba «entusiasmado por estar aquí, ha sido un largo viaje pero tengo ganas de empezar a trabajar».
Inglis se mostró especialmente contento con la posibilidad de compartir banquillo con su compatriota Andrew Albicy, con el que según sus palabras tiene «planes para cenar esta noche».
«Este es un equipo muy competitivo, que lucha por estar siempre lo más arriba posible en todas las competiciones y para eso estoy aquí, quiero ganar y competir», recalcaba a su llegada el jugador, dispuesto a ser un importante en el nuevo proyecto claretiano.
Inglis se definió como «un jugador que hace de todo, puedo aportar hábitos ganadores, trabajo duro y con suerte eso ayudará a acabar lo más arriba posible», antes de dirigirse a su nueva vivienda para descansar y prepararse para el arranque de la pretemporada.
A primera hora de la mañana el protagonismo se trasladaba a las instalaciones de Hospital Perpetuo Socorro, en la capital grancanaria, en las que John Shurna y Rubén López de la Torre –en su estreno como jugador del primer equipo amarillo– se sometían al obligado y exhaustivo reconocimiento médico, efectuado por la doctora Clara Quintana y su equipo médico.
Al mediodía el foco de atención se volvía a trasladar al aeropuerto de Gran Canaria, donde llegaban procedentes de Madrid Miquel Salvó, tras no superar el primer corte en la lista del seleccionador nacional para la disputa del Eurobasket de Georgia y Ferran Bassas, el nuevo base del conjunto claretiano, que se mostraba a su llegada convencido de poder complementarse muy bien con el francés Andrew Albicy, afirmando que «somos diferentes pero a la vez podemos aportar muchas cosas al equipo», añadiendo que «seguro que entre los dos nos conectaremos bien con Jaka y sabremos llevar al equipo de la mejor manera posible».
El catalán se mostró «muy contento de estar aquí, de empezar» y mostró «ganas de conocer a los compañeros, al club y a la Isla».
Ferran considera que en su adaptación «ayudará el que conozca a Miquel, Vítor, a Oliver con el que coincidí pero menos». Además, explicó que «me han hablado muy bien del grupo que se mantiene del año pasado».
Tras un verano marcado por los rumores, el frenético trabajo en los despachos, de despedidas y de anuncios de los nuevos fichajes, la pretemporada se acerca, con el día 15 de agosto marcado en rojo en el calendario claretiano. Tanto Damien Inglis –portando en la imagen superior la tradicional bufanda del Granca– como Miquel Salvó y Ferran Bassas –en la imagen de la izquierda–, coincidían en su llegada al aeropuerto en sus ganas de ponerse a trabajar a las órdenes de Jaka Lakovic.
Trabajo, trabajo y trabajo
Tras un verano marcado por los rumores, el frenético trabajo en los despachos, de despedidas y de anuncios de los nuevos fichajes, la pretemporada se acerca, con el día 15 de agosto marcado en rojo en el calendario claretiano. Tanto Damien Inglis -portando en la imagen superior la tradicional bufanda del Granca- como Miquel Salvó y Ferran Bassas -en la imagen de la izquierda-, coincidían en su llegada al aeropuerto en sus ganas de ponerse a trabajar a las órdenes de Jaka Lakovic.
