Óscar y Moleiro, por un puesto

García Pimienta duda entre dar continuidad a Clemente, que aportó verticalidad, o devolver la titularidad al internacional, en forma hasta que se fue y el mejor socio de Viera

Óscar Clemente, con el balón ante la presión de Alberto Moleiro durante el entrenamiento de ayer en Barranco Seco. | | LP/DLP

Óscar Clemente, con el balón ante la presión de Alberto Moleiro durante el entrenamiento de ayer en Barranco Seco. | | LP/DLP / Pablo Fuentes

Las Palmas de Gran Canaria

Xavi García Pimienta demostró el fin de semana pasado que si algo le funciona, lo mantiene. Es una cuestión adquirida, ya que la primera oportunidad que tuvo para hacerlo, después del triunfo de su equipo en Cartagena, varió tanto el once como la colocación de los jugadores, y le salió rana: caída frente al Burgos y, sobre todo, peores sensaciones por mucho que Kirian estrellara un balón en el poste, Viera fallara una ocasión clara, además de un penalti, y que Raúl Fernández cantara en el primer gol del rival. Ahora, de cara a la cita crucial del domingo (15.00 horas) en El Toralín, se le presenta un nuevo dilema.

Porque Alberto Moleiro está de vuelta después de perderse el último encuentro ante el CD Leganés por estar concentrado con la selección española sub 19 y era el titular hasta que tuvo que marcharse. Su lugar el lunes pasado lo ocupó Óscar Clemente –en la imagen que ilustra esta información aparecen ambos durante el entrenamiento de ayer en Barranco Seco–, que completó un buen partido. Entre los dos se disputan el único puesto que baila en la UD para medirse con la SD Ponferradina.

Tras el 4-2 sobre el cuadro pepinero, si García Pimienta mantiene el criterio que adoptó tras la victoria de Valladolid (0-2), en la que Coco y Sadiku fueron las novedades y repitieron la jornada siguiente, el lugar en la banda izquierda de Ponferrada volvería a ser para Clemente, sin embargo, Moleiro había mostrado un gran nivel antes de tener que marcharse por obligación.

Para colmo, el mediapunta tinerfeño sólo participó en uno de los dos choques que disputó el combinado de Santi Denia, el del miércoles de la semana pasada; el martes, estuvo todo el tiempo en el banquillo en la cita que supuso la eliminación de España, que no participará en el próximo Europeo de la categoría.

Cabe recordar que las tres veces anteriores que Moleiro acudió a la llamada del combinado nacional –hubo una cuarta, pero fueron simplemente unas jornadas sin partidos– perdió su puesto en el equipo titular. Se fue mientras estaba en el once y regresó al banquillo. Entonces entrenaba al equipo Pepe Mel. Ahora, García Pimienta tendrá que decidir si seguir la línea del madrileño o apostar por lo que le fue bien al equipo en Valladolid.

De momento, la estrella incipiente de la UD entrenó ayer con normalidad tras la jornada de descanso del miércoles y tiene por delante las sesiones de hoy, en Gran Canaria, y de mañana, en Vigo, para convencer al entrenador barcelonés.

Antes de irse, Moleiro sumaba dos titularidades consecutivas, más casi una tercera tras sustituir a Loiodice en Huesca antes del cuarto de hora, y había sido uno de los jugadores más destacados del equipo, incluso en la derrota frente al Girona, donde la UD se rindió después de la expulsión de Rafa Mujica.

Pero, sobre todo, había sido el mejor socio de Jonathan Viera, circunstancia que quedó patente en Zorrilla. Entre los dos, mientras se intercambiaban las posiciones de extremo izquierdo y de interior, volvieron loca a la zaga pucelana, que terminó por sucumbir. Óscar Clemente, por su parte, aportó más verticalidad y trabajo defensivo por el costado zurdo. Ahora le toca a García Pimienta elegir.

Por lo demás, la otra novedad en el once será el regreso de Raúl Navas, suplente de Coco el lunes pasado tras cumplir sanción en Valladolid, sin embargo, la tarjeta que vio el central en la primera parte valió al técnico para tener un buen motivo para sentarle y devolver los galones al sevillano, indiscutible durante todo el curso pese a su último mes de competición flojo. El resto, los mismos. Óscar y Moleiro, por un puesto.

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