De Cesc Fábregas a Sandro Ramírez. Los culebrones, en este verano de adrenalina de la UD Las Palmas, van cambiando de guion. La dirección deportiva, tras atar a Marc Cardona, Sidnei, Vitolo y a Álvaro Jiménez, se centra en los dos delanteros que pueden cerrar la configuración del grupo de García Pimienta –tal como demandó el presidente Miguel Ángel Ramírez–. El interés por Sandro Ramírez se remonta al pasado junio.
El delantero grancanario de 27 años se ejercitó incluso en la ciudad deportiva de Barranco Seco, antes del inicio de la pretemporada (11 de julio). Allí coincidió con Vitolo. Ayer, en el amistoso de la formación azulgrana de Ziganda contra Osasuna, Sandro no fue citado. Está en el tramo final de la recuperación de una dolencia muscular. El pasado viernes completó una parte de la sesión con el grupo. Ayer, conformó la gran ausencia en el amistoso en Mendigorría, que se lo adjudicó la formación de Jagoba Arrasate por (4-3).
Es el segundo amistoso del verano, tras el empate ante el filial navarro (1-1). Con contrato hasta 2024, el director deportivo del Huesca, Ángel Martín González, ha reiterado que el exjugador del Barça es una pieza capital. Sandro contabiliza 156 partidos en la máxima categoría y firmó 27 dianas. Piden un millón por el préstamo.
En su periplo en la base del Barça, fue dirigido por García Pimienta. Además, ya coincidió con Vitolo en la pasada temporada en el Getafe. Málaga, Everton, Sevilla –donde también jugó junto a Vitolo–, Real Sociedad, Valladolid, Huesca y Getafe completan su expediente profesional. No juega en Segunda desde la 2014-15, curso en el que jugó en el filial culé.
Los guiños de Sandro han sido constantes con Las Palmas –escudo que defendió en categorías inferiores–. «Antes de los treinta acabaré jugando en la UD», valoró a este medio en 2018. El 13 de agosto es el estreno ante el Zaragoza en el Gran Canaria. La legión de la doble ‘V’ suspira por el artillero de los 42 tantos en Primera y Segunda.
