Transcurridas cinco jornada de LaLiga EA Sports a nadie le queda duda ya de que Álvaro Valles ha sido hasta ahora el mejor de la UD Las Palmas, penúltimo equipo clasificado, con dos puntos de 15 posibles, sin ganar, con dos empates y una derrota, con un sólo gol a favor –de penalti en la primera jornada– y cuatro en contra. Que un portero sea el más destacado de una plantilla de 25 –24 profesionales más Araujo, con ficha del filial– no habla bien del conjunto, aún por hacer, pero sí del protagonista, cuyo caché se ha disparado gracias a las 18 paradas que ha realizado hasta el momento, la mayoría de ellas para evitar goles cantados de los rivales.
Que el guardameta de La Rinconada (Sevilla) llame la atención debiera ser, más allá de que no deje en buen lugar al equipo, una buena noticia para el club porque llevaría consigo un aumento de su valor, sin embargo, la entidad amarilla no tiene del todo atada la renovación del portero, que firmó en el verano de 2022 hasta 2024 con opción a un año más. Por tanto, a día de hoy, Valles terminaría su vínculo con la UD en cuanto acabe el presente curso.
Sin embargo, la opción a la que se refirió el club cuando anunció la renovación del sevillano tiene que ver con un número de partidos jugados, en este caso, 25, tal y como informó este medio la semana pasada. Así pues, en cuanto Valles sume esa cantidad de partidos jugados, algo que ocurriría el fin de semana del 17 y 18 de febrero de 2024 en la cita con el Atlético en el Metropolitano de Madrid, renovaría de manera automática por una temporada más. Es el pacto que alcanzaron las partes.
Exposición permanente
Sin embargo, y pese a que no hay motivo alguno para pensar que Xavi García Pimienta le mande al banquillo, la UD Las Palmas corre el riesgo de que el portero pueda sufrir alguna lesión de gravedad y, en consecuencia, no alcance los 25 partidos, lo que significa que en tal caso podría ser seducido por cualquier otro club. Si bien el sevillano siempre ha mostrado su felicidad por estar en Gran Canaria, la entidad amarilla se plantea renovarle antes de tiempo.
Era una cuestión, en todo caso, prevista de antemano, tal y como sucedió, por ejemplo, con Nuke Mfulu, que renovó por dos temporadas en diciembre de 2022 pese a que iba a tener garantizado un año más por la misma cláusula de partidos jugados que tiene Valles. En aquel caso el club consideró que quería mantener por más tiempo a un futbolista que consideraba fundamental; en este, sucede lo mismo.
El meta de Rinconada no ha hecho más que progresar desde que debutara a finales de 2019 de la mano de Pepe Mel, el que le dio la alternativa que confió en él en varias etapas hasta que fue destituido en enero de 2022. Con la llegada de García Pimienta se convirtió en un fijo, si bien no debutó ese curso hasta un mes después de la llegada del técnico barcelonés, quien insistió al club para su continuidad en el verano anterior al ascenso.
Comenzada la campaña en Primera División Valles, por el momento, ha demostrado estar a la altura. Su última gran actuación fue en la cita del domingo pasado en el Sánchez-Pizjuán, donde fue elegido el mejor del partido después de frustrar al Sevilla con sus ocho paradas, cuatro de ellas de gol; habrían sido cinco si el rechace a otra gran intervención suya no hubiera caído a Lukebakio, que tuvo fácil marcar porque el meta estaba caído tras lanzarse a detener el cabezazo de En-Nesyri.
Antes del choque en Nervión también había evitado que la UD hubiera encajado más goles, como en Gerona, en Valencia y frente a la Real Sociedad. Desde manos a mano hasta paradas de reflejos: todo un repertorio que habla muy bien de él y muy mal del equipo, que ha concedido una infinidad de ocasiones claras a sus rivales. Por mucho que García Pimienta analice los partidos en función de las ocasiones que falla su equipo, no cuela: Las Palmas está donde está porque se lo merece. Cuando mejore en ataque y mejore en defensa, entonces habrá una ventana abierta a los resultados positivos. Mientras tanto, no.
Valles, de su lado, cumple con su misión. Está empatado a 18 paradas con Sivera, Ledesma, Jorgensen y Soria. Sólo tienen por encima a Remiro (20), Unai Simón (21 y Dimitrievski (21). Y el sevillano está sin atar del todo.
