El Banco Central Europeo ha cumplido con las expectativas y ha bajado los tipos de interés un cuartillo de punto, hasta situarlos en el 0,5%. El objetivo de esta medida, demandada por los mercados y por los países del sur de Europa, es que pueda fluir el crédito para alentar el consumo y tratar de dar un empujón a la maltrecha economía europea. Aunque su presidente, Mario Draghi, ha vuelto a decir que se debe seguir con la austeridad para controlar el déficit.