El gas natural es demasiado caro para muchos hogares. Los instaladores de Barcelona, por ejemplo, detectan que hay muchas familias que optan por volver al butano. 17,5 euros la bombona, que da para el agua caliente y cocinar durante un mes. Para sus usuarios, el precio compensa las incomodidades de cambiar la usada por la nueva. Aunque normalmente no se usa para calefacción, muchas familias han tenido que recuperar las antiguas estufas de gas.