Han comenzado los contactos bilaterales. David Cameron y Barack Obama han debatido sobre el mantenimiento de los gastos en defensa. El primer ministro británico ha tranquilizado a Obama dicendo que su especial relación se reduce a dos palabras: prosperidad y seguridad. Todos los líderes parecen convencidos de mantener las sanciones a Rusia, tras anexionarse la peníncula autónoma ucraniana de Crimea. Y por ahora, se muestran recelosos con Grecia, el tiempo corre en su contra y aún no hay un acuerdo con los acreedores internacionales.