Las pensiones del futuro serán más bajas. El Gobierno prepara una nueva fórmula para calcular las prestaciones, que se reducirían un cinco por ciento: un jubilado que recibiera una pensión media de 1.100 euros perdería más de 50 euros al mes. La rebaja se produciría porque el cálculo se haría sobre 35 años de vida laboral, lo que obligaría a que entraran en el cómputo los primeros trabajos, generalmente peor pagados. El Estado ahorraría en pensiones gracias al sacrificio de quienes se jubilen en los próximos años, porque a los pensionistas actuales no se les tocaría el bolsillo. Se cumpliría así la exigencia de Bruselas de reformar un sistema cuya factura sube año a año, pero con la amenaza de abrir un nuevo frente en el Gobierno. Desde Podemos ya han calificado de inaceptable la propuesta.